La espiritualidad y la sexualidad son los motores de nuestras células. Son nuestro origen, nuestro manantial y fortaleza. Lamentablemente en muchas ocasiones se trata como algo a controlar y reprimir o como instrumento de dominación y explotación.
Lo mas importante es la aceptación de nosotros mismos, tal y como somos, con virtudes y fortalezas diferentes, pero únicas, porque son las nuestras. Cuando nos aceptamos todo lo que somos con respeto, con consciencia, con sensibilidad, con amor, se está listo para compartir con un amor más espiritual que carnal.
La ira, la codicia, la envidia, la violencia, el irrespeto y la avaricia son sentimientos y conductas que lastiman el alma y facilitan actos de rechazo. Cuando pensamos en el acto sexual como si fuera una plegaria, en un templo sagrado, lograremos sentir todo lo sagrado que tiene, de esta forma se puede vivir y sentir una sola verdad, la que se expresa en el encuentro amoroso.
Cuando estas enamorado eres solo amor, si cuando acaricias eres la caricia y cuando besas eres el beso, de esta forma logramos disolver el ego. entramos en un amor espiritual; en ese momento lo espiritual y sexual estarán danzando con una nueva energía totalmente espiritual.
La sexualidad desde lo mental es solo sexo, pensarlo es solo sexo, pero vivirlo desde las energías sexuales y positivas es espiritualidad, te conviertes en la plegaria del amor.
¡A disfrutar!