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Temas de Familia: Rechazo hacia los hijos

Un niño rechazado desde el vientre materno sufre dolor y angustia durante el tiempo de gestación

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Un niño rechazado desde el vientre materno sufre dolor y angustia durante el tiempo de gestación. Si al nacer se mantiene esta circunstancia por parte de su madre, su desarrollo y crecimiento estará empañado por una sensación de no servir para nada y deseos de morir.

Ser niños rechazados significa no ser amado por quienes se espera que lo hagan. No ser cuidado con cariño y ternura. Los tratos son negligentes hacia las necesidades básicas. Hay una falta de respeto por los sentimientos. Control excesivo de las acciones y nunca quedan bien, porque andan buscando errores para castigarlos rápidamente, haciéndolos sentir muy mal. Y manipulando con la culpa.

Las criaturas abandonadas, psicológica o realmente, entran en la vida adulta con una noción profunda de que el mundo es un lugar peligroso y amenazador, no confiando en nadie porque en realidad no han desarrollado mecanismos para confiar ni en sí mismos.

Un adolescente con esta realidad, comentaba que desde muy pequeño supo que su mamá nunca lo había amado. Que ella se embarazó siendo aun muy chiquilla, y por esa razón al nacer se lo entregó a su abuelita para que lo cuidara y lo criara. A pesar de vivir todos bajo el mismo techo y durmiendo juntos madre e hijo, él seguía sintiendo la frialdad de su joven madre. Una vez incluso la escuchó decir que a ella le indisponía que se pareciera tanto a su padre, y que por eso no lo podía soportar.

Mucha pena y desesperanza llenaba el corazón de este muchachito. Bajó la cabeza cada vez que lo descalificaba o humillaba su madre. Hasta que un día se enojó con él mismo, con la vida, con ella y con el mundo. Empezó a desobedecer en todo, faltar a clases, tener malas juntas. Dejar tirado el colegio. Aprendió a gritar, a tirar las cosas de la casa en cada límite que le ponían. Agredir a su propia madre y lo más triste empezó a odiarla. Deseaba no tener este sentimiento, pero no lograba evitarlo. Soñaba cada mañana en salir huyendo de ese hogar que lo asfixiaba, ante peleas y disgustos diarios.

Lo que en realidad está haciendo el hijo, es devolver los mismos sentimientos que recibió desde su gestación. No es tan sencillo como calificarlo de tener mala conducta, rebeldía o que es desafiante. Es simplemente falta de amor. Es un grito desesperado para que su madre lo abrace y lo acepte tal y como es. Una manera de decir…Me duele madre tu rechazo… No lo sigas haciendo. Porque si lo que deseas es un hijo malo, por amor a vos, me convertiré en el ser humano más malo para tu satisfacción. Hasta que muera o me maten.

El rechazo de un niño en su modo de mirar, expresar, hablar, comer, sentir, existir, no obteniendo el reconocimiento de su propio valor, guarda dolor en el subconsciente abandonándose a si mismo para convertirse en quienes se espera que sea. Por eso decidirá hacerse tan malo como su madre lo ve.

Lo correcto para esta madre, es pedir perdón a su hijo y empezar a amarlo tal cual es, en lugar de seguir luchando con sentimientos tristes, adversos y que general violencia.

PhD. María Ester Flores Sandoval / Psicóloga

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