El Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) mostró cómo será la forma de votar en un futuro no tan lejano.
Para los comicios municipales del 4 de febrero de 2024, el TSE pondrá en marcha un plan piloto de papeleta única electrónica.
La iniciativa tecnológica se aplicará en 499 juntas receptoras de votos.
Como parte de las constantes mejoras e innovaciones destinadas a optimizar cada proceso electoral, el TSE ha llevado a cabo estudios con el fin de evaluar la viabilidad de incorporar nueva tecnología en sus procesos.
La institución ha llevado a cabo una evaluación y análisis de la experiencia de implementación de estas soluciones en diversos países. Un ejemplo destacado es el caso del organismo electoral de Paraguay, que ha incorporado con éxito esta tecnología de votación en cuatro procesos electorales a nivel nacional.
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En la década de 1950, Costa Rica tenía apenas 300 mil votantes y alrededor de cuatro agrupaciones partidarias; hoy, el padrón electoral alcanza más de tres millones y medio de personas y alrededor de 160 partidos políticos inscritos. Aún así, cada vez son menos las personas que designan los partidos políticos para que integren las juntas y por consiguiente, son cada vez más las mesas de votación integradas solo por auxiliares electorales acreditados por el TSE; quienes se ven obligados a trabajar jornadas de más de 14 horas para recibir los sufragios de los electores y culminar la etapa de cierre de la votación, debido a que carecen de suplentes que los ayuden en esas labores.
¿Cómo funcionará?
Como es usual, el votante presentará su cédula en la junta receptora, una vez verificada su identidad y confirmada su inscripción en esa junta específica, se le dará una papeleta con las firmas de los miembros de la mesa en el reverso.
Luego, la persona deberá ir al recinto secreto para emitir su voto. La papeleta tendrá incorporado un chip de radiofrecuencia que, al ser introducido en la máquina de votación, ubicada en el recinto secreto, activará la visualización de la imagen de la papeleta en una pantalla táctil, donde se mostrarán las distintas agrupaciones políticas participantes en la contienda, dispuestas según el orden definido en el sorteo de posiciones.
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Para votar, el elector deberá seleccionar en la pantalla la casilla correspondiente al partido y candidatura de su preferencia. Este proceso tendrá que repetirlo para cada cargo a elegir. Al finalizar, el sistema le mostrará las opciones seleccionadas para que el votante las verifique o corrija, según sea necesario. Si está conforme con las opciones seleccionadas, deberá tocar el botón “imprimir” y de inmediato se imprimirán esas opciones en la papeleta y se registrarán en el chip inserto en esta.
Para garantizar la secrecía del voto, el elector tendrá que doblar esa papeleta, dejando visible ante la junta las firmas de sus miembros, y depositar la papeleta en la urna correspondiente. Los votos no quedarán registrados ni almacenados en la máquina de votación. Será el chip de radiofrecuencia, que contendrá cada papeleta, el que registre y facilite el conteo provisional de votos de los integrantes de la junta.
Al cerrar la votación a las 6:00 p. m., los integrantes de junta abrirán la urna y acercarán cada papeleta a la máquina para realizar el conteo provisional.
Concluido el conteo con la ayuda del dispositivo, este completará el acta de cierre. Después de que los integrantes de la junta corroboren la información, imprimirán tanto el acta de cierre, como el mensaje de transmisión de resultados preliminares y certificación de votos. Además, podrán imprimir las certificaciones del resultado de la votación que soliciten los fiscales partidarios.
Como parte de las medidas de seguridad y transparencia, el TSE realizará, posteriormente, en el escrutinio definitivo de estas juntas, el recuento de los votos, como una de las medidas de control cruzado que tiene el sistema electoral costarricense y en el cual también participan fiscales partidarios.