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(Video) Piloto comercial confesó haber visto tres ovnis

Cuando Carlos Vargas nombra el Triángulo de las Bermudas el audio se entrecorta y no se entiende bien

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Carlos Vargas Valverde, un piloto comercial que tiene ocho meses de pensionado, le contó a La Teja de los tres avistamientos que tuvo a lo largo de su extensa carrera como aviador.

Don Carlos estuvo en una transmisión en vivo en el Facebook de La Teja, donde también contamos con nuestro columnista especialista en ovnis, Óscar Sierra, quien ayudó a que se diera la entrevista.

Capitán Carlos Vargas cuenta sus experiencias con ovnis

Como curiosidad, el audio del feis se distorsiona cuando don Carlos nombra el famoso Triángulo de las Bermudas.

Aquí les dejamos parte de la entrevista que se realizó el jueves 12 de marzo, a las 4 de la tarde.

- ¿Antes de ser piloto creía en vida extraterrestre?

- Desde niño me gusta observar el cielo, pienso que no podemos estar solos, el Universo es infinito, el ojo humano con los telescopios ha alcanzado galaxias y constelaciones lejísimas. Sería egoísta de mi parte pensar que el Universo infinito, con millones de galaxias, estrellas, planetas, seamos los únicos seres vivos. Es imposible.

- ¿Cómo fue esa primera experiencia?

- Fue el 15 de julio del 1998, volaba un Airbus 320 de Lacsa, de San José a Los Ángeles y faltando como una hora y quince minutos para Los Ángeles, cerca de Hermosillo (México) había una tormenta grande y era la única en todo el cielo. Le pedí al Centro de Sutherland que nos autorizara una desviación, unas 40 millas al norte (unos 64 kilómetros).

Entrevista al piloto Carlos Vargas sobre sus tres avistamientos de ovnis en su carrera

Posted by La Teja on Thursday, March 12, 2020

- De pronto la cabina se alumbró, como esos faroles inmensos que ponen cuando arreglan las carreteras, de arriba hacia abajo y mi compañero me dijo ‘qué fue eso’. Apagamos las luces principales de la parte de arriba del panel, me pareció que se movió hacia adelante rapídisimo y le dije a mi compañero mire y dijo ‘no no, seguro fue el avión, ¿o vos lo sentiste?’. Eso fue como a 85 grados sobre nosotros.

- Y luego ¿qué paso?

- Como a los tres minutos se volvió a encender la luz más adelante (la que había visto), ya estaba con los binóculos listos y la logré ubicar. Se volvió a apagar, era como una bolita, parecía un balín, como cuando a uno se le quiebra un termómetro de mercurio, que son plateadas. Se movió rapidísimo hacia adelante otra vez, 20 o 30 millas (32 - 48 kilómetros) y se encendió la luz alumbrando como hacia abajo, como un haz de luz hacia la tierra. Vi que este objeto empezó a descender como en ángulos rectos, como en zigzag, como una escalera, sin parar.

- Esos movimientos no los puede hacer ningún aparato hecho por el hombre hoy en día y estamos hablando de 1998...

- Menos con esos ángulos rectos y sin detenerse, no era un dron, un helicóptero a esas altitudes menos. Me llamó la atención que estábamos volando a 39 mil pies (casi 12 mil metros de altura), a 850 kilómetros por hora hacia Los Ángeles, estaba despejada la noche, salvo esa tormenta.

- ¿Había drones en 1998?

- Estaban empezando, pero los militares. Era como un avión no tripulado, con alas, hélices.

- ¿Y lo vio más?

- Después se fue como a 80 grados en el horizonte, hacia la izquierda, rapidísimo, un puntico por allá, se confundía con una estrella y la atmósfera empezó a distorsionar la imagen. Luego otra vez (salió) por la derecha, lo hizo como tres veces, luego quedó estacionario, hizo “shifff” y se fue hacia el cielo y ya no pude seguirlo con los binóculos.

- ¿El radar lo captó? (pregunta de don Óscar)

- No, pero inmediatamente lo reporté al Centro de Mazatlán. Acabamos de tener un avistamiento de luz y un movimiento extraño y lo describí como había sido. El controlador no le dio mucha importancia, pero atrás venía un vuelo de Copa y dijo ‘acabamos de ver lo que dice el compañero’ y el controlador dijo ‘bueno, vamos a dejarlo en la bitácora de ellos’ (Copa).

- ¿Es posible calcular el tamaño que tenía a la distancia que estaba?

- Tal vez a unos cinco kilómetros, el tamaño como de un auto grande, un autobús. Nunca le vi la forma, vi una bolita, no diría que era de forma triangular ni un disco.

- ¿Cómo fue el segundo avistamiento?

- En ese estaba solo, sobre el desierto de Sonora, en México. Venían dos luces de frente, que yo creí que era un Douglas DC-9 (un tipo de avión) que tiene las luces de aterrizaje en las alas, pero esos aviones tienen una restricción de velocidad, no pueden ir a más de 250 nudos (463 kilómetros por hora) porque se descompone.

Me extrañó que tuviera esas luces encendidas, entonces llamé a la torre de control y le pregunté que sí tenía alguna aeoronave al mismo nivel, pero en rumbo contrario. Me dijeron que no. Cuando estaba como a un kilómetro las dos luces se separaron, una hacia la izquierda y la otra a la derecha.

- ¿Se asustó por una posible colisión al estar tan cerca (antes que se separan)?

- Claro que sí, más a la velocidad que volamos nosotros, a 900 kilómetros por hora y otro de frente, son 1.800 kilómetros por hora entre los dos (la fuerza de impacto), sería tremendo.

- Desde que ve la luz hasta que se separa en dos, ¿cuánto tiempo pasa?

- Unos 30 segundos.

- ¿Volvió a reportar algo a la torre de control? (pregunta don Óscar)

- No, eso es cuando hay una emergencia declarada a bordo, digamos que algo con el motor, o que hay fuego a bordo, o perdimos el sistema hidráulico.

- ¿Quedó en bitácora?

No, ese no se reportó. Le dije al Centro Mazatlán que si había un avión cerca mío y que vi luces así y asá, pero estaba solo en cabina. No insistí.

¿Y la tercera vez?

- Fue muy bonita, andaba con Roberto Arias, de San José a Nueva York y fue cerca de La Habana (por aquí se empieza a distorsionar el audio y algunas partes cuesta entender).

Estábamos hablando de algo de Miami y me dice ‘mirá, mirá’ y rapidísimo pasó frente al avión (una luz) y luego bajó en un ángulo de cuarenta y cinco grados, eran como a las cinco de la tarde. Era algo ovalado, no vi el objeto, sí la luz. Una vez que pasó había unas nubes, se metió entre ellas y por encima se veía donde iba iluminando todo abajo, como agarrar un foco debajo de un mantel y empezó a bajar al mar, por la parte del Triángulo de las Bermudas.

Le dije al compañero ‘reportá lo que acabamos de ver’, entonces dijeron que no había ningún vuelo reportado, lo único es una pequeño avioneta que está volando sobre los diez mil pies (más de 3 mil metros), nosotros íbamos a 37 mil (casi 12 mil metros). El Centro de Miami dijo ‘ok, enterado, vamos a anotarlo’.

Como a los tres minutos nos llamó una voz (se va la distorsión en el audio) seguramente era el jefe y nos dijo, ‘miren Lacsa, repitan lentamente lo que ustedes vieron’. Entonces lo repetimos paso a paso, ‘esto y esto, pasó una luz así, volando del suroeste a noroeste muy rápido’. Y nos dijo ‘ok, vamos a apuntarlo como un reporte de un ufo (ovni)’. Fue la última vez que vi algo.

Franklin Arroyo

Franklin Arroyo

Periodista egresado de la Universidad Federada. Integra el equipo de Nuestro Tema de La Teja. Trabajó en el Periódico Al Día, corresponsal del diaro Marca para Centroamérica y editor de la revista TYT del Grupo Eka.

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