El exoficial de Tránsito Fernando Martínez, más conocido como “Puerto”, tuvo un 2020 durísimo, ya que el 13 de abril, tan solo dos meses después de pensionarse, le descubrieron que tenía un cáncer en la vesícula que lo hizo pasar tres meses hospitalizado en la Unidad de Cuidados Intensivos del hospital Calderón Guardia.

Allí, luego de pasar por cinco operaciones (la primera fue el 20 de abril) para removerle el cáncer que estaba en su vesícula y la mitad del hígado, se le metió una bacteria mortal que le paralizó los pulmones y los riñones, lo que lo hizo morir dos veces y, gracias a la labor de los médicos que lo revivieron, está aquí contando el cuento.

De hecho, los doctores le dijeron que pocas personas en el mundo han logrado lo que él hizo, sobrevivir dos veces luego de estar más allá que acá. El exoficial limonense asegura que no estaba listo para irse y luchó con todas sus fuerzas por continuar con vida.

“Hubo un momento en que me vi levitando sobre mi cuerpo y un camino ancho, lleno de flores y una paz y tranquilidad, muy lindos. Ahí estaban mis padres frente a mí. Mi mamá me llamaba para que cruzara, pero yo le dije que no”, narró.

LEA MÁS: Exoficial de tránsito ejemplar lucha por su vida

Fernando llegó a temer que sería el próximo muerto, pues vio partir a muchas personas a su alrededor en la UCI, pero siempre ha sido muy creyente.

A finales de junio, cuando le dieron la salida del hospi, llegó a su casa ubicada en Moravia con todo su cuerpo atrofiado, sin poder hacer nada por sí mismo, con 30 kilos menos y hasta con anemia.

“Volví del hospital moviendo solo los ojos, no podía moverme, caminar, comer, ni bañarme solo. Para todo me tenía que ayudar mi esposa Floricel Jiménez, hasta pañales tuve que usar porque no podía ir al baño”, explicó Puerto.

Dura recuperación

En ese momento solo estaba empezando su recuperación, tuvo que contratar un terapeuta físico para que lo guiara en el camino. Al principio estuvo con una que le pronosticó que volvería a caminar en diciembre, pero pronto cambió de profesional y este le dijo que lo lograría en dos meses, lo cual se dio.

“Me dijo que los músculos tenían memoria y que como yo salía a correr diez kilómetros diarios antes de todo esto, con el trabajo de rehabilitación que estaba haciendo, pronto los músculos se recuperarían”, recordó el limonense de nacimiento.

Él se esforzó y exigió a su cuerpo más de lo que le pedían, para recuperarse más rápido.

Justamente esa condición física, sumado a que nunca ha tomado ni fumado, le dieron la fortaleza para resistir el ataque de la bacteria en su cuerpo.

“El doctor me dijo que se me paralizó el cerebro y temían que cuando despertara del coma tuviera alguna secuela como haber perdido la vista, el habla, la movilidad en alguna de mis extremidades o incluso haber quedado como un vegetal. Es un milagro que yo esté con vida y como si no hubiese pasado por nada de esto”, dijo agradecido este luchador.

Más repuesto

Este 29 de diciembre que nos recibió en su casa de habitación lo vimos más repuesto, ya recuperó 12 kilos a punta de sopitas de cabeza de pescado y caldo de frijol con guineo, además camina perfectamente.

Sus piernas ya lucen nuevamente los acostumbrados “ratones” y ya retomó la actividad física diaria, sale a caminar tres kilómetros y medio junto a su esposa.

“Aprendí a que debemos vivir el hoy, por el ayer no podemos hacer nada y al mañana no sabemos si llegaremos. El doctor les decía a mi esposa y a mis hijas, Gidget y Saylin, que era probable que no sobreviviera y ellas hasta llegaron a temer contestar el teléfono para no recibir la mala noticia”, contó Martínez.

Como no cualquiera vive lo que él vivió, dice que compartirá su testimonio con todo aquel que pueda, en iglesias, medios de comunicación y donde sea, para que más personas sepan que nada es imposible para Dios.

Además espera montarse una escuela de manejo para seguir ganándose la vida, más porque todo este proceso, además de largo, fue bastante costoso, en un año particularmente complicado económicamente para muchísimas personas.

LEA MÁS: (Video) Exoficial de tránsito "murió" dos veces en operación y ahora sonríe

“Agradezco a toda la provincia de Limón y a todos los que tanto, dentro del país como fuera, me apoyaron con cadenas de oración para que pudiera recuperarme”, afirmó el extráfico.

Polifacético

Puerto ha hecho de todo en su vida, fue payaso y lo conocían como “Cejas”; fue jugador de primera división con Limón en 1975; trabajó en aduanas, en el muelle como ganchero a sus 16 años; también fue corresponsal de prensa en las emisoras limonenses, en Columbia, de sucesos para La Nación y de deportes para La República.

Ha sido miembro de la comparsa los Brasileros por 45 años.

También tuvo una placa de taxi y en los últimos 20 y pico de años se desempeñó como oficial de Tránsito y evaluador de pruebas prácticas de manejo.

LEA MÁS: Popular tráfico Fernando Martínez ya se recupera en su casa