Edgar Geovanny Rojas Godínez, papá de Kilian Ramírez Madrigal, el niño de 9 años asesinado en Navidad, tuvo al principal sospechoso a solo tres metros de distancia.
El presunto asesino mantuvo los ojos clavados en el suelo durante toda la audiencia y nunca alzó a verlo.
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Este papá, quien es soldador del ICE, rompió en llanto al recordar los últimos momentos que compartió con su hijo y los hermanitos de él.
Su declaración fue desgarradora y en ningún momento el sospechoso de apellido Calderón, alias “Chavo”, de 26 años, tuvo alguna emoción.
El pequeñito murió el 25 de diciembre anterior, luego de recibir el regalo de su papá y después de haber esperado con emoción el amanecer, pues su papá los llevaría a pasear. Así lo detalló don Edgar, quien lloró al recordar esos momentos.
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Ni el niño ni su padre tenían problemas con Chavo, pero sí un familiar de ellos, y el ataque ocurrió en la casa de la mamá de don Edgar, donde disfrutaba la familia.
El niño murió en el camarote en el que dormía en Alajuelita, San José.
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Este debate se inició este martes 9 de diciembre en el Tribunal Penal de Pavas, pasadas las 11 a. m., pese a que estaba programado a partir de las 8 a. m.
Calderón, al parecer, tuvo un pleito con un tío paterno del niño Kilian y luego llegó disparando a la casa en la que se encontraba el menor.
Como consecuencia de esa acción, el niño resultó herido y, posteriormente, falleció.

