Sucesos

Espejo de celular tiene en problemas a supuesto sicario que es enjuiciado

Acusado de dos asesinatos y de herir a joven en verdulería limonense

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Quedar grabado en seis cámaras de vídeo, los tatuajes en su cuerpo, además las versiones de dos testigos, uno de ellos un no oyente que jugaba con el espejo del celular tienen horrible a un sicario acusado de matar a dos jóvenes y herir a otro. El debate se realiza en el Tribunal Penal de Limón.

El acusado es Jefferson Moisés Palacios Reyes, de 24 años, sospechoso de matar a sangre fría, y a muy corta distancia, a Hugo Arriton Forbes Walton y a Yeikel Alexánder Matamoros Chavarría, como también atentar contra la vida de Jairo Ariel Guzmán Corea, quien milagrosamente se salvó al correr herido y esconderse en una venta de cerámica ubicada al lado del lugar del sangriento ataque.

La balacera ocurrió el 4 de noviembre del 2016 a las 9 a.m., dentro de la verdulería Chacón, ubicada a 75 metros de la entrada principal del estadio de béisbol Big Boy.

El caso lo conoce desde esta semana el Tribunal de Juicio de Limón y faltan varios días para que el debate termine.

Según la acusación del Ministerio Público, Palacios Reyes ingresó a la verdulería y sin decir palabra comenzó a disparar contra Forbes Walton que en ese momento estaba sentado en un pequeño banco a cargo de la caja registradora y de Matamoros Chavarría quien acomodaba mercadería en los estantes.

Guzmán Corea, el tercero de los atacados, sípudo percatarse de lo que ocurría y salió soplado. Al llegar a la puerta, fue alcanzado por un balazo en una nalga. Ese proyectil había traspasado a Matamoros, según dijo Adrián Alberto Oviedo, oficial del OIJ.

Matamoros Chavarría también intentó escapar del local pero cayó sin vida en la acera con un disparo en el pecho.

Forbes Walton, mientras tanto, murió minutos después en el hospital Tony Facio.

Falso rasta

Palacios, de acuerdo con las averiguaciones del OIJ, llegó al lugar camuflado con una gorra y una peluca negra de cabello largo y con colochos, simulando ser un rasta.

La intención de esconder su verdadera identidad se desvaneció cuando su rostro quedó, al parecer, plenamente al descubierto en una de las seis cámaras que grabaron el ataque. Las cámaras captaron no solo como llegó sino cuando sacó la pistola de la cintura y disparó.

El oficial Oviedo reveló que esta no era la primera vez que Palacios era investigado por un ataque similar.

El investigador calificó al acusado como un “sicario” y afirmó que formaba parte de una estructura criminal que opera en Limón y que es liderada por Gary Casanova León, actualmente en prisión.

Tatuajes reveladores

El acusado durante el ataque mortal agitaba los brazos al caminar y en la cámara quedó grabado un dibujo de una AK-47. A criterio del oficial este dibujo es exacto con un tatuaje que tiene Palacios en su brazo derecho.

Palacios, además, fue directamente incriminado por el sobreviviente Guzmán quien aunque fue amenazado para que no fuera a declarar al juicio, soltó la sopa ante los jueces.

Además, el acusado visto por un segundo testigo, un hombre no oyente que tomaba un café en una pequeña soda contigua al lugar del ataque.

El testigo estaba de espaldas a la frutería pero, de manera increíble, en ese momento, se entretenía con su teléfono celular el cual lo tenía en la aplicación “espejo” (que permite a la persona verse) y fue en ese preciso instante como vio todo lo que ocurría.

Inmediatamente, se dio la vuelta y presenció todo.

El oficial Oviedo fue el primero en entrevistarlo y fue en ese momento cuando el testigo mencionó la particularidad de los tatuajes, no sólo el d de la AK-47 en el brazo, sino otro sobre una ceja.

La OIJ luego se valió de los servicios de un traductor del lenguaje por señas para reunir todos los detalles.

Esta manifestación consta en un anticipo de declaración, pues el testigo, al ser el más importante, está protegido.

Luego del atentado, el sospechoso salió caminando del local y se subió en un carro que lo esperaba.

La mortal acción habría obedecido a una rencilla por drogas. Presuntamente Casanova habría ordenado el crimen desde la cárcel.

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