Esposo de María Tacsan en juicio: “Mi esposa y yo éramos felices”

El esposo de María Tacsan y sospechoso del asesinato de ella, declaró durante el juicio que se sigue en su contra, en los Tribunales de Heredia.

El radiólogo de apellido Pérez, de 44 años, declaró durante una hora y media cómo era su vida y cómo era su relación con su esposa, eso sí, los jueces le pidieron, dos veces, que omitiera algunos detalles de su vida.

Primero aseguró que siempre fue uno niño feliz y sin traumas, que sus padres le dieron mucho amor, que no era un alumno brillante, pero no le iba mal.

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Además, que tuvo que trabajar como gondolero y limpiando pisos en un supermercado.

Decidió estudiar medicina y terminó en el 2003, sus padres lo apoyaron.

El sospechoso de femicidio puso un consultorio en Naranjo en la casa de sus papás como médico general y ganó un concurso de interino en la clínica San Rafael de Heredia.

“Ahí es donde conozco a María, ella estudió para asistente dental y trabajaba asistiendo al odontólogo”, dijo.

Pérez asegura que fueron los mismos doctores los que los presentaron.

“Desde ese momento nunca más me separé de mi esposa. Era muy sociable, con una sonrisa que le compartía a todo el mundo, el trato para sus pacientes era muy bueno y para la gente también.

“Era excelente, era una persona que me hacía feliz y lo hacía con los demás, trataba de colaborar con todo el mundo. Fue muy especial cuando empezamos a entablar conversación, rápidamente nos enamoramos los dos”, declaró.

El imputado aseguró que María y él compartían viajes a la playa, a la montaña, al extranjero, que se certificaron en buceo y ella hasta escaló un grado más al especializarse en rescate.

Pérez contó que se casaron en el 2010 y decidieron construir dos locales comerciales en el segundo piso del apartamento donde vivían, en San Rafael de Heredia (sitio donde falleció).

Además aseguró que María cocinaba deliciosos y le gustaba compartir lo que hacía con los demás.

“Ella era una buena hija y mis padres la convirtieron en una hija más para ellos”, relató.

El imputado dijo que ellos compartían las cuentas y ambos tenían acceso a ellas, además, que María era la que administraba todo y que, incluso, hacía viajes al extranjero para comprar ropa o algún encargo.

“Esta camisa que ando puesta es de esas compras”.

Pérez aseguró que su esposa podía gastar el dinero y hacer compras que él no cuestionaba y que eso podría verse, de levantarse el secreto bancario.

“En el 2011, un año después de casado, y de esto me arrepiento y me avergüenzo, tuve una falla matrimonial, mi esposa se enteró, tuvimos una difícil situación, ella trata de solventar con apoyo y terapia” , dijo el sospechoso, quien aseguró que estuvieron seis meses en terapia.

María amaba nadar y Pérez dice que cuando podía, la acompañaba a la playa.

“Mi esposa y yo éramos felices”, concluyó.

El imputado aseguró que su esposa consiguió un trabajo con la Embajada de Japón gracias a que hablaba ese idioma.

A él, una vez que sacó la especialidad, le salió una oportunidad en México para aprender a usar una máquina para detectar el cáncer, e iba a traerla a Costa Rica, por lo que aseguró que María lo apoyó para que se fuera un año para allá, aunque eso representaba gastar los ahorros.

“Ella venía una vez al mes”.

Cuando llevaba seis meses estudiando lo invitaron a la inauguración de la máquina en Costa Rica y fue cuando se dio cuenta que no iban a contratar radiólogos para usarla, sino a técnicos y ante la desilusión, quiso dejar los estudios y regresarse, pero Tacsan le pedía que se quedara.

El médico aseguró que en esos días Tacsan fue víctima de un asalto mientras estaba en el carro, un hombre le abrió la puerta, le sacó el bolso y luego el Ipad. Ella lo llamó y ese, según él, fue el detonante para regresar esa misma noche.

Pérez seguirá declarando sobre lo ocurrido la tarde de este lunes.