Después de la bronca que hubo el lunes entre dos oficiales ticos y un militar panameño en la frontera sur del país, los jefes de ambos cuerpos policiales se reunieron para calmar las aguas.
Este miércoles se reunieron Juan José Andrade, viceministro de Seguridad; Allan Obando, jefe de la Policía de Fronteras, y Cristian Hayer, director general del Servicio Nacional de Fronteras de Panamá (Senafront).
El encuentro fue en Paso Canoas y tenía como fin estrechar relaciones para que no se den más enfrentamientos en el futuro.
En el amistoso encuentro quedaron atrás los malos entendidos y tanto ticos como panas acordaron hacer un convivio entre ambas policías en unos 30 días.
Hayer aseguró que el incidente ocurrido a inicio de semana es un hecho aislado y no debe dañar la relación que mantiene la Policía de Costa Rica con el Senafront.
“Hemos logrado muchos acuerdos y a partir de ahora tendremos un convivio para que las unidades compartan y se conozcan mejor.
“Aparte de eso queremos hacer varias reuniones cada cierto tiempo para ver las políticas y formas de trabajo que vamos a realizar en coordinación con la Policía de Costa Rica en el sector fronterizo.
“Somos compañeros de uniformes, seguiremos siendo compañeros y somos amigos, lo que pasó fue un malentendido”, agregó Hayer.
Los tres jefes se comprometieron a continuar las investigaciones para tomar las medidas disciplinarias correspondientes lo más pronto posible y dejar atrás el pleito de una vez por todas.
¿Cuál fue la bronca?
El alboroto entre los oficiales se dio el lunes pasado, a la 1:45 de la tarde, en Paso Canoas.
Al parecer, el sargento panameño fue advertido por los oficiales ticos, de apellidos Barrantes y Alvarado, de que no podía entrar a territorio nacional portando un arma, pero este no acató la advertencia y entró, así que fue detenido cuando intentó regresar al territorio panameño.
El sargento panameño, de apellido Guevara, fue trasladado minutos después a su país.