La costarricense Silvia Vilchez, de 55 años, habría sido víctima de una perturbadora muerte en Lewis Chapel, en el condado de Sequatchie, en Tennessee, Estados Unidos.
A ella la habrían asesinado con un bate de béisbol y, como si fuera poco, su cuerpo fue arrastrado a una hoguera y la quemaron en un bosque cercano a su casa.
Los principales sospechosos de este cruel acto son personas de confianza de ella, se trataría de su propio hijo Gabriel Vilchez, de 18 años, y del esposo de la tica, David W. Gardiner, de 64 años.
El martes 4 de noviembre, estos hombres tuvieron su primer audiencia como sospechosos de asesinato y profanación de cadáver.
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Costarricense fue vista por última vez el 28 de octubre
Silvia Vílchez fue vista por última vez el 28 de octubre anterior.
De acuerdo con los medios de comunicación Fox 17 y ABC 13 News, dos días después, el 30 de octubre, las autoridades allanaron la vivienda y descubrieron que estaban ante la escena de un asesinato.
“Según los informes, los agentes ejecutaron una orden de registro el 30 de octubre después de declaraciones contradictorias de su esposo y su hijo, quienes primero dijeron a los oficiales que Silvia Vílchez estaba en Costa Rica”, señalaron en ABC 13 News.
No obstante, la localización del teléfono de Silvia señalaba que seguía en su casa.
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En la vivienda encontraron varias manchas rojas en la alfombra, que se cree eran de sangre; salpicaduras rojas en las paredes, los escritorios y las fotografías, y una aspiradora industrial con lo que parecía ser sangre. Luego encontraron el cadáver.
“Durante un interrogatorio grabado, según consta en el informe de detención, Gabriel Vílchez admitió haber golpeado a su madre con un bate de béisbol mientras su padrastro observaba. Declaró que después la arrastraron hasta una hoguera y quemaron sus restos”, señala el mismo medio de comunicación estadounidense.
Agregaron que los vecinos de la comunidad de Lewis Chapel se mostraron consternados por las acusaciones, afirmando que el padrastro y el hijo parecían tener una relación afectuosa. También comentaron que la tica era una miembro activa de su comunidad antes de su fallecimiento.


