Las medidas cautelares y una sentencia son dos términos muy diferentes en un proceso penal, pero que muchas veces son confundidas, razón por la cual acá le explicamos cuáles son sus diferencias.
El juez penal Carlos Núñez explicó, mediante las redes sociales del Poder Judicial, su definición y afirmó que, tal como sus palabras lo dicen, son medidas que cautelan (de precaución) en el proceso judicial.
“Es decir protegen que el proceso judicial llegue a su fin y es por esta razón que pueden imponerse muchísimas de estas; si una persona intenta fugarse de un proceso judicial se le pueden imponer medidas que restrinjan esa posibilidad”, señaló Núñez
Solo un juez tiene la posibilidad de enviar a una persona sospechosa a la cárcel por un tiempo determinado o dejarlo libre con la prohibición de salir del país.
La medida cautelar de prisión preventiva es la más gravosa, porque impone la pérdida de la libertad durante la investigación, es el último recurso dentro de una investigación.
Así mismo, le puede imponer otras medidas como: obligación de firmar en el Juzgado, firmar periódicamente, no acercarse a ciertos lugares, no contactar a otras personas involucradas en el proceso (ya sean víctimas u otros sospechosos).
“Todo tendrá que ver con los peligros procesales que quieran evitarse, es así como para la imposición de cualquier medida cautelar se requiere primero: probabilidad suficiente de haber participado en un hecho delictivo.
“Como segundo requisito es que existan peligros procesales, esto es la necesidad de proteger el proceso, entre estos están: peligro de fuga, obstruir la justicia, reiterar la actividad delictiva, peligro para la víctima y otros intervenientes”, detalló Núñez.
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Durante el proceso de investigación, las medidas cautelares pueden cambiar, según lo decida el juez.
La sentencia, por su parte, significa la decisión que tomó uno o tres jueces luego de analizar las pruebas durante una investigación que realizó la Fiscalía y los abogados de las víctimas. Si son pruebas contundentes el acusado va a la cárcel el tiempo que le imponga la ley.