Escuchar:quality(70)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/gruponacion/D26S3LFAIZGJFMSBXRIRZ4ZYAY.jpg)
Ya son dos los muertos relacionados con el tumbonazo de 700 kilos de cocaína que se dio el sábado pasado en Sarapiquí.
La primera víctima fue el oficial de la Fuerza Pública Federico Borbón Huertas, de 37 años, quien murió al recibir dos balazos por parte de uno de los narcos que se robó la droga.
Borbón junto con una oficial de apellido Chaves atendieron una llamada de emergencia que alertaba del robo de un contenedor cargado de palmito. Sin embargo, los delicuentes resultaron más peligrosos de lo esperado ya que eran integrantes de un grupo narco.
Lea también: Policía enfrentó narcos a ciegas
El segundo muerto es José Manuel Rojas Alfaro, de 40 años, cuyo cuerpo fue encontrado este lunes en Turrúcares de Alajuela.
El cuerpo estaba en un charral y según dijo el OIJ estaba desnudo, atado de pies y manos y tenía golpes en la cabeza.
El cadáver lo halló un camionero a las 10: 45 a. m. y avisó a las autoridades.
Al parecer, el cuerpo tenía entre 8 y 12 horas de muerto. Además, pareciera tener varios balazos, lo que será confirmado con la autopsia.
:quality(70)/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/gruponacion/VTBIPHFNMFBUZKSBOGF45CI2QI.JPG)
Rojas era el administrador de la planta empacadora de palmito en la que un grupo narco habría cargado la droga que iba para Bélgica.
La mercadería ilegal fue escondida en un contenedor que llevaba 22 toneladas de palmito hacia Limón para ser embarcadas, pero el camión fue robado en Sarapiquí por otra banda narco.
Fuentes ligadas al caso dijeron que esa empresa empacadora tenía apenas dos meses de estar trabajando en Río Cuarto de Alajuela.
La familia de José Manuel lo vio por última vez el sábado cuando dijo que se iría a reunir con un socio en Santa Ana.
Según se supo, ese socio sería un abogado que está desaparecido desde ese mismo sábado.
