Sucesos

Papá revive los últimos minutos junto a su hijo de 9 años antes de que lo asesinaran en Navidad

El papá del niño asesinato en Navidad dio el doloroso testimonio durante el juicio por el homicidio

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El corazón de Edgar Geovanny Rojas Godínez se rompió para siempre en la Navidad pasada, cuando su hijo, Kilian Ramírez Madrigal, de apenas 9 años, fue asesinado mientras dormía a pocos metros de él.

Este martes 9 de diciembre del 2025, entre lágrimas y recuerdos que duelen, tuvo que revivir los últimos minutos que compartió con su hijo, esos que jamás imaginó que serían los últimos.

Rojas le expresó a los jueces del Tribunal Penal de Pavas esos detalles, al arrancar el juicio contra el único sospechoso del homicidio, un sujeto de apellido Calderón Maltés, alias “Chavo”, de 26 años.

El sospechoso se dedica a la construcción y también es padre de una niña de 6 años, según dijo al iniciar el debate.

Kilian Ramírez Madrigal, de 9 años, estaba durmiendo cuando dispararon en la casa que estaba en San Felipe de Alajuelita. Foto: Autorizada y suministrada por Jessica Madrigal para La Teja
Kilian Ramírez Madrigal, de 9 años, estaba durmiendo cuando dispararon en la casa en que estaba, en San Felipe de Alajuelita. Foto: Autorizada y suministrada por Jessica Madrigal para La Teja

La fiscal Patricia Badilla señaló que Chavo es sospechoso del homicidio del niño y de homicidio calificado en grado de tentativa contra 10 personas que también estaban dentro de la casa cuando ocurrió la balacera, en San Felipe de Alajuelita.

“El 25 de diciembre del 2024, antes de las 5 de la mañana, se presentó el imputado Calderón en las afueras de la vivienda de Edgar Geovanny Rojas, padre del niño; una vez en el lugar, sin motivo alguno, comenzó a insultar a un tío político del menor. Hubo una riña en la que intervino una tercera persona. Calderón pateó el portón y dijo que iba a ‘rafaguear la choza’, refiriéndose a que iba a disparar en la casa. Abandonó el sitio con rumbo desconocido y, con la finalidad de materializar la amenaza…”, dijo Badilla.

La fiscal continuó diciendo que el sujeto regresó y, con la supuesta intención de asesinar a los ocupantes, habría disparado de manera indiscriminada y con total desprecio por la vida humana. Uno de los disparos alcanzó la cabeza del niño, provocándole la muerte sobre la cama cuando dormía.

En la pared quedaron otros huecos de las balas que por poco alcanzan a otros hermanitos de Kilian que también estaban cerca.

Juicio Pavas por  muerte niño
Calderón Maltés pasó con la cabeza agachada desde que entró el papá del niño Kilian al juicio. Foto: Alonso Tenorio (Alonso Tenorio/Atenorio)

Edgar Rojas fue el primero en declarar en este debate y recordó que horas antes de la tragedia le había dado una bicicleta a su hijo como regalo de Navidad. Él junto a sus otros hijos se habían acostado temprano porque al siguiente día planeaban ir a pasear.

“Mi hijo tenía mucho futuro, era muy aplicado en el estudio. Ese día estaba disfrutando mucho, le compré la bicicleta que él ansiaba y el 24 de diciembre como a las diez de la noche nos acostamos porque al día siguiente los iba a llevar a pasear”, recordó el papá, mientras le era imposible contener el llanto.

Juicio Pavas por  muerte niño
Edgar Geovanny Rojas Godínez, papá del niño, solo pide justicia por su hijo. Foto: Alonso Tenorio (Alonso Tenorio/Atenorio)

Este padre dijo que conoció a Chavo porque lo veía al frente de la casa, no tenían amistad, pero se conocían por ser vecinos.

Edgar, quien es soldador y trabaja para el ICE, suele pasar fuera de la Gran Área Metropolitana y se había separado de la mamá de sus hijos, por lo que construyó un cuarto al frente de su casa para que en los días libres pasar con ellos.

“Él sabía dónde yo había hecho mi cuarto, dónde estaban mis hijos. Me dormí y lo que me despertaron fueron los detonazos”, recordó el papá.

Mencionó que de inmediato se fijó en sus hijos, pensó que Kilian seguía dormido, pero cuando lo revisó se dio cuenta de que estaba sin vida. En ese momento su mundo se derrumbó.

Lamenta que el inocente haya pagado con la vida un pleito en el que ni él ni su papá estaban involucrados. El niño murió en el camarote en el que dormía, en Alajuelita, San José.

Edgar tuvo al principal sospechoso a solo tres metros de distancia.

El presunto asesino mantuvo los ojos clavados en el suelo durante toda la audiencia y nunca alzó a verlo, no tuvo ninguna emoción al escuchar el llanto del padre, pero tampoco la fuerza para verlo de frente.

El pequeñito murió el 25 de diciembre anterior, luego de recibir el regalo de su papá y después de haber esperado con emoción el amanecer, pues su papá los llevaría a pasear. Así lo detalló don Edgar, quien lloró al recordar esos momentos.

Chavo es un exprivado de libertad que descontó cuatro años de cárcel por un robo agravado.

Este debate continuará lo que resta de la semana.

Alejandra Morales

Alejandra Morales

Bachillerato en Periodismo en la Universidad Internacional de las Américas y licenciada en Comunicación de Mercadeo en la UAM. Con experiencia en temas de sucesos y judiciales.

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