El fiscal Óscar Quirós solicitó este lunes una pena de 340 años contra los sospechosos del asesinato de Dennis Patricio Omier Taylor, alias Tupac, ocurrido el 9 de octubre del 2015 en San Francisco de Dos Ríos.
Quirós pidió 65 años para cada uno de los supuestos sicarios de apellidos Guzmán, Thomas, Smith y Taylor y 80 años para un expolicía de apellido Urbina.
A todos se les vincula con un delito de homicidio calificado y dos de tentativa de homicidio, pero el fiscal indicó que la pena para el expolicía era más alta por incumplir con su misión de brindar seguridad a la ciudadanía.
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El fiscal fue insistente en que la prueba presentada es contundente y que sirvió para demostrar el vínculo de los hombres con el crimen.
El día del homicidio, Tupac, como era conocido en el mundo del narcotráfico, se subió a un taxi junto a su esposa de apellidos Sawer Hoyt, con rumbo al hospital Cima, ya que la mujer se había hecho una liposucción. El taxi era conducido por un hombre, de apellido Corrales, pero cuando este se disponía a iniciar el viaje, un carro en el que viajaban los sospechosos los interceptó y se bajaron cuatro hombres con armas AK-47 que les empezaron a dispar. En el lugar se encontraron más de 90 casquillos, según se indicó en la acusación.
En el sitio falleció Tupac, quien recibió 18 balazos, su mujer apenas sufrió un roce de bala y al taxista le pegaron dos balazos, uno de los cuales afectó la movilidad de su brazo izquierdo.
El crimen de Tupac obedece a problemas entre narcos y se indicó que por su asesinato se ofrecieron ¢100 millones.
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Las partes terminaron este lunes de revisar la prueba documental y la jueza Isabel Porras le pegó una regañada al fiscal por no saber el contenido de una de las pruebas que tenían que ver.
Este martes se conocerá el monto de la acción civil resarcitoria solicitado por el taxista. Además iniciarán las conclusiones por parte de los abogados defensores, por lo que esta semana podría terminar el debate.