Sucesos

Soldador baleado en asalto: ‘Estuve muerto un minuto y medio’

Hombres que lo atacaron a él y su esposa fueron condenados este miércoles a 25 de años de cárcel cada uno.

EscucharEscuchar

El soldador Andrés Navarro Castillo, de 30 años, estuvo muerto hace un año durante un minuto y medio.

Ocurrió en Los Llanos de Santa Lucía, Cartago, por un balazo que le pegaron en el pecho para robarle la moto.

Los responsables fueron detenidos y enjuiciados y este miércoles Andrés escuchó a los jueces condenarlos a 25 años de prisión. La parte judicial queda resuelta, pero el soldador seguirá enfrentando las secuelas del ataque, que le han afectado para conseguir trabajo.

Durante el asalto los sospechosos le dispararon a Vanessa Moya, la esposa de Andrés, cuando ella salió de la casa para tratar de ayudarlo, pero no lograron herirla. La bala pegó en el muro de la vivienda.

Los jueces del Tribunal Penal de Cartago dictaron sentencia este miércoles contra Carlos Alberto Calderón Picado, de 24 años, y Richard Josué Zúñiga Acuña, de 19 años.

Los condenaron a 20 años de cárcel por el delito de homicidio calificado en estado de tentativa y 5 años de prisión por el delito de robo agravado para cada uno. A Carlos además le dictaron seis meses más de prisión por el delito de agresión calificada contra Vanessa ya que fue él quien disparó contra la pareja.

Andrés nos contó que el ataque fue el 25 de mayo del 2018 cuando él regresaba del trabajo y decidió pasar a ver a su mamá. Como se le hizo tarde se fue para su casa en la moto que guardaba donde los suegros.

Como no quería despertarlos para que le abrieran el portón, se fue para donde la cuñada, donde estaba Vanessa, para que ella le ayudara.

“Cuando ya me iba a ir con las llevas los dos muchachos me encañonaron, ellos querían la moto y para que no me hicieran nada solté la moto y en eso el muchacho que tenía el arma me disparó en el pecho", recuerda Andrés.

"La herida me perforó el hígado y un pulmón, yo logré reconocer al que me disparó, después lo único que recuerdo es que estaba en los brazos de mi mujer casi muriéndome y el paramédico metiéndome unas mangueras a un costado para ver si respiraba porque me estaba ahogando en sangre. El doctor que me vio dice que me morí como minuto y medio”.

Vanessa dice que cuando Andrés la llamó para que le abriera ella salió y vio a cuatro personas pero solo reconoció a dos.

“Cuando escuché el disparo me asusté y traté de socorrerlo, uno de los sospechosos me dijo ‘métase, usted no tiene que hacer nada’. Yo le dije que él era mi marido y en ese momento me apuntó y yo me tiré al suelo, pero no logró pegarme, la bala pegó en el muro, quería matarme al igual que a mi esposo. El otro muchacho lo que hizo fue llevarse la moto rodada, nunca la encendió porque no sabe manejar”, recordó Vanessa.

Durante la explicación de la sentencia la jueza Seidy Ballestero dijo que, efectivamente, la pareja logró reconocer a los sospechosos porque eran vecinos. No se supo quiénes eran los otros dos.

“Considera este tribunal que las víctimas con total seguridad hicieron los reconocimientos fotográficos y físicos y reconocieron a ambos imputados como los autores no solo de esta tentativa de homicidio a Andrés y del robo de la motocicleta sino también de que Carlos Alberto es la persona que disparó en contra de Vanessa sin lograr herirla”, dijo Ballestero.

La jueza recalcó que la pena pudo haber sido más alta, pero se tomó en cuenta que los dos sentenciados son muy jóvenes (24 y 19 años).

“Lo que me pasó casi me cuesta la vida y agradezco a Dios mantenerme en pie, yo tenía la moto desde hacía un año, me había costado dos millones de colones y ellos la vendieron en ciento cincuenta mil", dijo Andrés.

Después de recuperarse del ataque, Andrés ha debido enfrentar las consecuencias.

“La herida me dejó siete meses sin trabajo, cuando ya me sentí mejor me fui a hacer un trabajo (en soldadura) que me salió y esa fuerza que hice me provocó una hernia en el ombligo y ahí la ando.

“Me ha sido imposible conseguir trabajo, soy soldador y trabajo en construcción y remodelaciones, cuando llego a solicitar trabajo me dicen que por mi condición es imposible y que no me pueden dar la oportunidad. Es Vanessa la que con su trabajito me ha ayudado económicamente y me siento deprimido por eso”.

La principal preocupación de Andrés es que tiene cuatro hijos que dependen de él (dos con Vanessa y dos de otra relación) y la falta de trabajo lo ha atrasado con el pago de pensión alimentaria.

Silvia Coto

Silvia Coto

Periodista de sucesos y judiciales. Bachiller en Ciencias de la Comunicación Colectiva con énfasis en Periodismo. Labora en Grupo Nación desde el 2010.

En beneficio de la transparencia y para evitar distorsiones del debate público por medios informáticos o aprovechando el anonimato, la sección de comentarios está reservada para nuestros suscriptores para comentar sobre el contenido de los artículos, no sobre los autores. El nombre completo y número de cédula del suscriptor aparecerá automáticamente con el comentario.