Entre lágrimas y pasos de baile, Mariana Uriarte y Michael Rubí se coronaron este domingo como los ganadores de la segunda temporada de Mira quién baila.
La dupla se llevó el primer lugar, obteniendo $15.000, unos 7,5 millones de colones, que serán destinados a la fundación Centro Canaan de Hogares de Rehabilitación Zoé.
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La Teja conversó con ellos y nos contaron cómo vivieron la gala: los nervios antes de salir a la pista, los ensayos extenuantes que empezaban a las ocho de la mañana, los momentos de vértigo y ansiedad que casi los detienen, y la emoción de sentir que cada sacrificio valió la pena.
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Ambos coincidieron en que la verdadera recompensa no fue solo el trofeo, sino la oportunidad de usar su talento para ayudar a otros, llevar esperanza a quienes más lo necesitan y demostrar que con disciplina, pasión y corazón se pueden cumplir sueños que parecían imposibles.
-¿Cuál fue el momento de la competencia más duro para Mariana?
Mariana: Fue la gala que se me activó el vértigo, que realmente estuve a punto de decir: “creo que no voy a poder bailar”, entonces me asusté mucho. Cuando la salud empieza a jugar en contra, uno tiene que empezar a escuchar el cuerpo.
Llegué a un punto en que dije, no lo voy a lograr. Michael me dijo ese día: “Mari, no salgamos a bailar, primero está tu salud y ni modo si no se puede”. Pero aún así salimos. Ese día tuve un ataque de ansiedad, y lloré feo, feo, por la tensión y el miedo.
-¿Sintieron en algún momento que podían ganar?
Mariana: Ay, no, qué difícil. Yo le pedí a Dios por mi fundación, porque sé lo que necesitan ellos. Le dije a Michael: “Démosle con todo”. Me sentí muy apoyada por mi comunidad, mujeres increíbles. Pero también sabía que había competidores muy fuertes, como Jeff On e Ítalo, pero aun así, lo logramos.
-¿Hubo alguna semana que pensaron que podrían quedar eliminados?
Michael: Sí, el día de la nominación. Ese día estaba el susto de que nos podían sacar. Además, estábamos tristes por Neto, no queríamos que se fuera. Fue un momento difícil, mejor ni lo recordemos.
-¿Qué aprendieron de ustedes mismos durante esta temporada?
Michael: De Mariana aprendí que todo lo que uno se proponga lo puede lograr. Es imparable. No la conocía antes y verla trabajar, actuar y moverse me inspiró muchísimo. Logra todo lo que se propone y, además, es mamá, esposa, hija y emprendedora.
Mariana: De Michael aprendí que los sueños se cumplen, pero no es fácil. Llegar los domingos después de viajes sin dormir y dar el 500% en la pista demuestra perseverancia. Aprendí mucho de eso.
-¿Cómo manejaron la presión para no afectar el trabajo en pareja?
Mariana: Siempre nos enfocamos en lo positivo, nunca dejamos que entraran cosas negativas.
Michael: Cada semana buscábamos resaltar las fortalezas de Mariana, a pesar de la presión y de las comparaciones con otros competidores.
-¿Qué creen que aportó cada uno para que la dupla funcionara tan bien?
Mariana: Fue la combinación de talento, actitud y la confianza que Michael me dio para intentar cosas que me daban miedo, como pararme de manos, y poder sacar el trabajo sin bloqueos.
-¿Algo que no vio el público y les gustaría que la gente supiera?
Mariana: Hubo una semana que Michael tuvo mucho trabajo y amaneció enfermo el domingo.
Michael: Sí, ese día terminé de bailar el opening y abrimos la gala; no recuerdo nada de lo que dijeron los jueces, sólo trataba de salir y al final me desmayé afuera.
-¿Qué disciplina o hábito se llevan después de tanto entrenamiento?
Michael: Mariana seguirá bailando y vamos a seguir yendo al gimnasio juntos. Ella seguirá tomando sus gaseosas con azúcar y yo comiéndome el pan que me traía en los ensayos.
-¿Qué significa para ustedes ganar esta temporada?
Mariana: Significa darle visibilidad a una fundación hermosa, preciosa, para que salgan adelante. Ayuda a personas farmacodependientes, comedores infantiles, rescate de personas en la calle, ferias de salud para toda la familia. También es visibilizar que las mujeres que se proponen algo lo logran: no importa el físico, sino la mente.
-¿Qué les pasó por la mente cuando escuchó su nombre?
Mariana: Nos quedamos en blanco los dos. Uno no cree que sea real. Yo pensé que estábamos en segundo lugar hasta que vi a mi familia y me di cuenta que habíamos ganado.
-¿Qué mensaje le dan a la gente que los apoyó desde la primera gala?
Mariana: Gracias por creer en nosotros, por marcar la diferencia. La comunidad Karamawi es increíble, mujeres fuertes que nos apoyan y representan todo lo que hacemos.
-¿Cómo quieren que la gente recuerde su paso por la competencia?
Michael: Que recuerden que fuimos dos personas que dieron todo, que se levantaron todos los días de la semana dando su máximo esfuerzo para cumplir un sueño y ayudar a una fundación.
-Mariana, ¿le gustaría volver en un futuro al programa como invitada?
No me pregunte eso, mejor dentro de unos meses; ahora lo que quiero son vacaciones para descansar.




