Las fresas con crema se han convertido en una tendencia en todo el país, y en Barva de Heredia nació un lugar que decidió darle un giro a esta delicia tradicional.
Se trata de La Fresada, un negocio familiar que ha logrado combinar creatividad, sabor y atención personalizada para ofrecer una experiencia que va más allá.
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El proyecto nació gracias a la iniciativa de Dylan Ardón, quien junto a su madre Katherine y su hermana Tamara, decidió convertir una idea casera en una propuesta que hoy atrae visitantes de distintas partes del país.
“Abrimos hace cuatro meses aproximadamente. La idea nació por una idea familiar, veníamos materializándolo, pero hasta ahora pudimos abrirlo.
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“Yo me parto en dos porque tengo mi trabajo convencional y acá, y ha sido un poco tedioso, pero gracias a Dios hemos sacado la tarea. No ha sido fácil, pero ha sido muy bonita la experiencia”, contó Dylan.
Desde el inicio, el objetivo fue claro: ofrecer algo diferente a los amantes de las fresas con crema, sin perder el toque artesanal que las caracteriza.
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Cuatro sabores para todos los gustos
La diferencia de La Fresada está en su variedad de cremas caseras, elaboradas con ingredientes de calidad y un toque familiar que se percibe desde la primera cucharada.
Actualmente, el menú incluye cuatro sabores principales: la clásica, la de coco, la de maracuyá y la más reciente, una deliciosa crema de cas.
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“Nosotros creamos las cremas y las ideas vinieron con el tiempo. Gracias a Dios a la gente le ha gustado mucho los sabores y la favorita de las personas ha sido la de cas”, explicó Dylan.
El local también ofrece más de seis toppings diferentes para que cada persona personalice su vaso a su gusto y cuentan con dos tamaños: pequeño y grande.
El vaso grande incluye dos toppings a elección y tiene un precio de 2.750 colones, mientras que el pequeño trae un topping y cuesta 2.350 colones.
En mi visita, opté por el tamaño grande con crema de maracuyá, acompañado de toppings de marshmallows y bolitas de chocolate, para un exquisito postre.
La marangonada, una explosión de sabor
Uno de los productos estrella que también probé es la marangonada, una creación que mezcla influencias mexicanas.
Este delicioso postre tiene como base el mango y el maracuya, además lleva un borde de mora azul, chamoy, tajín, gomitas, frozen, trozos de mango y una pajilla comestible.
El resultado es una explosión de sabores dulces, picantes y ácidos que hacen de cada sorbo una experiencia distinta.
Un negocio que nació en familia
El espíritu de La Fresada refleja el trabajo y la unión de una familia emprendedora.
Dylan asegura que su madre, doña Katherine, ha sido su ejemplo y apoyo en todo momento. Ella tiene más de diez años con un salón de belleza justo al lado del local, y no duda en ayudar con el negocio siempre que puede.
“Nos ha visitado gente de muchos lugares alrededor y de muy largo y eso es bueno, por eso nos movemos mucho en redes sociales. Viene de todo, ya que acá cerquita están la escuela y el colegio de Barva, además hay un kinder a la par. Es muy céntrico y vienen de todas las edades, a los niños les encanta”, contó Dylan, orgulloso de ver cómo su idea se ha convertido en un punto de encuentro para la comunidad.
Más que postres, una experiencia con sabor a esfuerzo
El local está ubicado a 125 metros al oeste del Megasuper de Barva, y puede encontrarse en Waze como La Fresada 7.
El horario es de martes a domingo de 12:30 p.m., a 7:30 p.m.
“Vamos a seguir trabajando para nuestros clientes, que cada vez que se vayan de aquí que se vayan con una sonrisa”, aseguró Ardón.
El joven sabe que mantener un negocio requiere sacrificio, pero también convicción.
“Dios me fue preparando para esto porque he trabajado en muchas cosas desde los 15 años y con muchos emprendedores. Eso nos ayudó a irnos preparando para el negocio de nosotros”, agregó.
La Fresada de Barva es un ejemplo de constancia y amor familiar. Cada vaso de fresas con crema cuenta una historia de dedicación y fe, servida con el sabor que solo un negocio hecho con corazón puede ofrecer.






