Doctor Alfredo Gómez, el mejor fichaje extranjero de los últimos 20 años en la Liga

Don Alfredo Gómez es el doctor de Liga Deportiva Alajuelense que se convirtió en el mejor fichaje extranjero del club de los últimos 20 años.

Cuando camina por las calles de la Ciudad de los Mangos y mucha gente lo conoce de años, lo saludan, le preguntan por el equipo y hasta por la salud de uno que otro futbolista, saben muy bien que es el "médico cubano de la Liga" aunque no sepan su nombre.

Para algunos el fichaje del "doc" liguista ha pasado por debajo del radar, siempre lo han visto en las noticias con su marcado acento cubano, pero desconocen que en enero cumplió 20 años en el club y que hace 10 se nacionalizó costarricense.

Si a los resultados y a la regularidad nos atenemos, el fichaje del "doc" ha sido el mejor de un extranjero en las últimas dos décadas, con el perdón de Jozef Miso, Pablo Gabas, Pablo Izaguirre, Jerry Palacios o Róger Rojas, todos pasados por las manos de Gómez.

"Yo conocí el fútbol por la Liga, era un deporte que desconocía y ahora es una parte importantísima de mi vida, no me imaginó ya sin él ni sin este equipo. En mi casa se desayuna, se almuerza y se cena la Liga", comentó de manera sincera.

Sentando en el banquillo, siempre tiene que estar atento por cualquier situación que le pase a los jugadores de su equipo o hasta a algún futbolista rival que le he ha tocado atender más de una vez.

Ha visto desfilar a 25 técnicos y seis presidentes manudos, por quienes siente gran gratitud y respeto, de los que aprendió muchísimo. Su tiempo al lado de Jorge Luis Pinto le enseñó a ser "un toque necio" con el futbolista

"Al jugador siempre hay que hablarle, lo voy a resumir con una frase de Pinto, que siento ha sido uno de los mejores técnicos que pasó en la época en que yo he trabajado acá y dejó muchas enseñanzas: "nunca piense que el jugador ya lo sabe, siempre hay que repetirle y recalcarle las cosas, aunque eso llegue a cansarlos", explicó Gómez.

Emergencia con Johnny Cubero.

La responsabilidad de don Alfredo no es jugando, la salud de toda una planilla está en sus manos. Es el encargado de devolver a la cancha a ídolos que muchas veces la afición y la prensa exigen verlos para ya y ahí es donde le toca llamar a la calma.

Le han tocado casos realmente complejos, en los que se requería actuar en el instante, aunque no se contara con las condiciones adecuadas.

"Hay un caso que nos marcó a nosotros, fue a mis inicios acá, una fractura que sufrió Johnny Cubero en Belice. Fue una fractura de fémur muy aparatosa, requería cirugía de inmediato y estábamos en cuanto a recursos muy diezmados.

"En Belice no lo podíamos operar porque no tenían las condiciones para hacer esa cirugía allá, tuvimos que llamar a Costa Rica, porque se lo querían llevar a Guatemala, al llamar acá Jorge Hidalgo, que era directivo, ayudó muchísimo para que se pudiera hacer un traslado a través de la Fuerza Aérea de Costa Rica.

"Con Longino Soto coordinamos la situación para llevarlo al Hospital México, tuvimos que trasladar a Johnny con una férula de tracción, al avión tuvimos que quitarle hasta unos asientos para que sirviera de ambulancia, nosotros teníamos que ir sosteniéndole la pierna, no se podía mover, fue un caso realmente difícil", explicó Gómez.

Llegado desde la playa.

Gómez llegó al país el 15 de noviembre de 1997, todavía lo recuerda bien. Acá vivían unos primos y en enero ya estaba trabajando como asistente del área médica eriza, que era liderada por el doctor Orlando Herrera, hoy pensionado

"Yo tengo dos especialidades, medicina familiar y medicina del deporte, las cuales saqué en Cuba y como venía de trabajar con equipos de voleibol y de atletismo, en Costa Rica traté de vincularme al deporte. Casualmente, el entrenador de arqueros del equipo era Fernando Griñan, que fue portero de la selección nacional de Cuba, él me presentó al doctor Herrera, quien habló con Iván Mraz, que era el gerente deportivo en ese momento, y me contrataron como asistente", recordó,.

Cuando don Alfredo pudo convalidar sus estudios en el Colegio de Médicos de Costa Rica, casualmente Herrera se marchó del equipo y él quedó a cargo del área con solo 31 años.

Desde entonces ha celebrado diez títulos de campeón, siendo el del torneo Invierno 2010 el que más disfrutó, porque frenó una sequía de cinco años que tenía el equipo sin alzar la copa. El primero de Óscar Ramírez en Alajuelense.

Acá llegó con su esposa y su hijo Alfredo y su hija Haden pequeños. Hicieron su vida en el país y hoy es un tico más que no perdona comer pinto a toda hora, mandarse los tamalitos en diciembre y agradecer por los favores a La Negrita, aunque nunca haya hecho la romería, sí se considera muy devoto.

"Actualmente mi mayor hobbie es chinear a mis nietos (Matías, 6 años y Sebastían,5) ellos son ticos igual que nosotros, amamos a este país igual que cualquier otro", cuenta.

La pasión por Tiquicia no le hace olvidar su natal Varadero, en Cuba, cuya casa de sus padres está a tan solo 10 minutos del balneario de la ciudad, en la pura playa y con la carretera enfrente. Un paraíso que lleva siempre en el corazón.