Agarrado y vicioso jugador de póker

Washington,

AFP

El atacante que ocasionó la masacre de Las Vegas, Stephen Paddock, fue un fiebre jugador de póker que trató su ansiedad con diazepam (Valium), según documentos del 2013 publicados el lunes por la cadena CNN.

En octubre de 2011, Paddock se resbaló sobre el suelo mojado del hotel casino Cosmopolitan de Las Vegas. Dos años después, presentó una demanda contra el establecimiento para lo que entregó a su abogado una declaración de 97 páginas, obtenida por CNN y entregada al FBI.

El pasado 1 de octubre, el hombre abrió fuego contra los espectadores de un concierto de música country en la misma ciudad, matando a 58 personas e hiriendo a casi 500 en el tiroteo más mortífero de la historia estadounidense reciente.

En aquella declaración, se muestra como un jubilado rico, tacaño y arrogante, convertido en un gran jugador de póker que hacía giras por los casinos del país.

Afirma haber sido en un momento “el mayor jugador de póker electrónico del mundo”.

“Nadie jugó tanto tiempo como yo”, escribió a su abogado, asegurando que en 2006 jugó “un promedio de 14 horas al día, los 365 días del año”.

“Jugaba toda la noche (...) dormía durante el día”, agregó, señalando que no bebía alcohol frente a su máquina porque “con las apuestas, hay que tener todos los sentidos” alerta.

El jubilado, que había construido su fortuna gracias a negocios en bienes raíces, ganaba “entre 100 y 1.350 dólares” por apuesta, y podía gastar hasta un millón de dólares por noche. Lo que, para él, era “no mucho” dinero.

En aquel momento, Paddock dividía su tiempo entre California, Nevada, Texas y Florida, a veces viajando “hasta tres semanas al mes”. Vivía en los casinos que le ofrecían la habitación gratis el “95% del tiempo”, en su calidad de gran jugador.

Para jugar, usaba un simple pantalón deportivo negro y chancletas. También llevaba sus propias bebidas a la máquina, para evitar dar demasiada propina a las camareras.

En su testimonio indica que no sufría de enfermedades mentales o adicciones y que no tenía antecedentes penales. Admite, sin embargo, bajar la ansiedad tomando Valium, fármaco prescrito por un médico al que le pagaba anualmente para poderlo consultar cuando quisiera.

En la declaración también brinda algunos elementos biográficos. Cuenta que creció en California, que fue a la escuela secundaria en el barrio de Sun Valley de Los Ángeles y que durante un tiempo trabajó para el departamento de impuestos, antes de invertir en bienes raíces.

Asimismo, Paddock especifica que tiene un permiso de portación de armas a condición de que permanezcan ocultas, emitido en Texas.

Según CNN, no ganó la demanda por la caída contra el casino Cosmopolitan.

Trampas en habitación de hotel

Investigadores federales catearon de nuevo este domingo la vivienda del pistolero de Las Vegas, Stephen Paddock, mientras los agentes que allanaron su habitación la noche de la balacera revelaron el panorama que se encontraron al llegar al hotel.

La casa, adquirida por Paddock en 2015, fue registrada por primera vez el lunes de la semana pasada por la policía de Las Vegas, que dijo que halló 19 armas y varios kilos (libras) de materiales potencialmente explosivos. El segundo cateo se produjo exactamente una semana después de que Paddock disparase contra la multitud que asistía al festival de música country.

Por otra parte, los miembros del improvisado equipo de policías del equipo de armas y tácticas especiales (SWAT por sus iniciales en inglés) que llegó a la puerta de Paddock en el hotel-casino Mandalay Bay apenas 12 minutos después de los primeros disparos, describieron también el domingo su periplo hasta la habitación y la “armería” que encontraron en el interior.

Uno de los agentes contó que salió a toda prisa de la comisaría hacia el hotel Mandalay Bay calzado con botas vaqueras, y que se las quitó antes de subir a la planta 32 en busca del tirador.

” Las tiré en el casino”, dijo el detective Matthew Donaldson. “ Me estaban atrasando. Iba más rápido descalzo e iba a ser más efectivo descalzo”.

Los policías dijeron que escucharon reportes de pistoleros en la planta 29 y en la 32, por lo que “en ese momento pensamos que había varios tiradores”, explicó el sargento Joshua Bitsko.

Se concentraron en el piso 32 después de que Paddock disparase unas 200 rondas al guarda de seguridad en el exterior de su puerta.

Cuando llegaron a la puerta de la escalera que daba acceso a ese piso, próxima a la habituación del sospechoso, se encontraron con que había tomado medidas especiales para frenarlos.

” Bloqueó la cerradura con una pieza de metal y unos tornillos”, señaló Bitsko. “ Porque sabía que entraríamos por esa puerta para llegar a la suya. Así que intentó atrincherarse lo mejor que pudo”.

Pero otro agente tenía una palanca y pudo forzar la puerta fácilmente, recordó Bitsko.

Las autoridades revelaron más tarde que Paddock tenía cámaras de vigilancia escondidas dentro y fuera de su habitación. Pero los policías desconocían la información en ese momento.

” Había un carro del servicio de habitaciones con cables que pasaban por debajo de la puerta”, dijo el agente Dave Newton. “Había algo negro sobre el carro. Así que inicialmente yo pensé, ya sabe, ‘esto es una bomba trampa. Va a explotar’”.

Cuando finalmente entraron al cuarto, Paddock ya se había suicidado.

En el interior de la habitación, Newton dijo que encontró “muchas armas. Muchas revistas. Pilas y pilas de revistas por todas partes. En las maletas, todas cuidadosamente apiladas contra columnas, alrededor de la habitación, había rifles colocados por todas partes. (había) Todo tipo de monitores y equipos eléctricos. Parecía casi una tienda de armas” .

También el domingo, las autoridades comenzaron a devolver los carritos de bebé, zapatos, celulares, mochilas y monederos que estuvieron tirados durante días en la enorme escena de la balacera, que ocuparon los 22.000 aficionados que asistieron al festival Route 91 Harvest.

A las 10:05 horas de este domingo las brillantes luces del Strip de Las Vegas se atenuaron durante unos 10 minutos para recordar el momento exacto de la masacre de la semana anterior. La mayoría de los casinos del bulevar de Las Vegas apagaron sus carteles brevemente el domingo.

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