El padre Sergio Valverde, quien tiene a su cargo el proyecto Obras del Espíritu Santo, el cual le da de comer a niños pobres de distintos rincones del país, le está pidiendo a la Junta de Protección Social (JPS) el 0,5% de las ganancias que produce por la lotería nacional y los demás juegos de azar.

Ese porcentaje implica más o menos ¢170 millones al mes, según datos de la misma institución, dinero que el padrecito quiere utilizar para ayudarse a comprarle el gallito a cerca de 52 mil niños.

Pero la cosa no es tan fácil como pedir y ya. La tómbola de organizaciones que reciben dinero de la Junta son más de 400, de ese número, 90 son de ayuda a la niñez. Esas instituciones acaparan el 100% del rubro que tiene la JPS para ayudar.

Algunas de estas son: Asociación Alimentando Esperanzas, Asociación de Señoras de la Caridad de la Metropolitana, Asociación de Atención Integral a la Madre Adolescente, Asociación Siembra, Fundación Hogar Fe Viva.

Esta situación ha generado un estira y encoje entre ambas partes, pues el padre quiere un porcentaje de la tajada para tener más platica para ayudar a los pobres, pero la Junta dice que para darle algo de ese porcentaje deben quitarle la ayuda a alguna institución, otra sería bajarle un poquito el monto a todas o a algunas, algo que tampoco es tan sencillo.

El sacerdote tiene un proyecto de ley para lograr su cometido. Dice haber hablado con todos los jefes de bancada y que mostraron buena disposición, pero no aún no tiene un padrino. Sin embargo, el plan ya está en el Plenario.

“Ese dinero es para los niños, para los padres de familia que no tienen con qué darle de comer a sus pequeñitos. Parece que es mucho dinero, pero yo solo en seis toneladas de frijoles y siete de arroz gastó ¢14,5 millones por mes", comentó el religioso.

Otras opciones

Esmeralda Britton, presidenta de la junta directiva de la JPS, dice que han decidido oponerse al proyecto, aunque lo encuentran maravilloso. Dio alguna razones, como lo antes dicho sobre las ganancias, pero además porque la ley los obliga a entregar dinero solo a organizaciones que estén al día con sus obligaciones, algo que, según lo que dijo, no cumplen las Obras del Espíritu Santo.

“Sabemos que el proyecto atiende a niños en situación de pobreza. Nosotros al hacer cualquier desembolso de dinero tenemos que verificar que la organización esté al día con el pago de la Caja, de lo contrario no se le hace. Él tiene esa situación”, dijo.

El padre dijo que la anterior junta directiva, encabezada por Delia Villalobos, dejó un acuerdo, con fecha del 7 de mayo de 2018 (un día antes de que terminara la administración de Luis Guillermo Solís), en el que se manifestaba que los fondos que se le iban a girar no iban a afectar a ninguna institución.

“Si fuera que le vamos a quitar dinero a otra institución yo renuncio al proyecto. No quiero quitarle nada a nadie. El acuerdo dice que todavía no está comprometido el 100% de las ganancias”, comentó Valverde.

Britton, por su parte, explicó que ese acuerdo indica que el dinero destinado a otra institución (que cerró) le sea otorgado al padre en su totalidad, para que no se pierda. El total de esa ayuda es de unos ¢160 millones y solo serían dados en una ocasión, no mensualmente.

Doña Esmeralda también le propone al padre que presente un proyecto a la Junta, donde indique objetivos y alcances, a lo mejor podrían destinar recursos como ya lo han hecho con otras organizaciones, pero sería un proyecto específico, fuera del rubro de beneficiarios fijos.