Nada de gracia le hace a un grupo de papás de La Trinidad de Moravia que a sus hijos, prácticamente, les regalen el curso lectivo 2018.

Ellos se preguntan cómo llegarán sus hijos el otro año a clases, luego de analizar que volverán al curso lectivo 2019, en febrero, con casi seis meses sin entrar a un aula.

“¿Qué ganan nuestros hijos con que los pasen de año? ¿Qué ganamos los papás con recibir una nota de aprobado cuando desde el 10 de setiembre los chiquillos no estudian?", son dos preguntas sin respuesta que se hacen estos papás moravianos, quienes se hacen llamar el “Team de padres desesperados por la huelga”.

Doña Xiomara Monge tiene dos hijos en la escuela y uno en el colegio, ella trabaja en la cocina de la escuela Pilar Jiménez de Guadalupe y desde que arrancó la huelga el pasado 10 de setiembre, le ha tocado llevarse a uno de sus hijos al trabajo porque no hay quien lo cuide.

Leydiz Boza tiene seis hijos, de esos tres están en el cole y uno en la escuela, para ella ha sido duro los últimos 42 días porque la huelga la tiene con un gran dolor.

“Uno trata de que los chiquillos se mantengan estudiando, que repasen, por lo menos tres horas al día, pero eso realmente no ayuda demasiado.

Youtube salva tandas

“Es mucho lo que nuestros hijos están dejando de aprender. El problema real no se arregla con regalarles el año porque la materia que dejaron de ver es difícil que se las repongan y para el otro año comenzarán perdiendo desde el primer día”, explicó doña Leydiz.

Otro integrante del Team es don Francisco Mora, quien tiene un hijo en la escuela y otro en el colegio.

“Incluso, los papás nos la estamos jugando con Internet, gracias a YouTube hemos logrado encontrar la materia que ellos tendrían que estar viendo y por ahí ponemos a los hijos a estudiar frente a la computadora, pero no es lo mismo, es algo, pero no lo es todo”, comentó.

Los tatas cuentan lo complicado de tener a los hijos en la casa cuando deberían estar estudiando.

“Los más afectados son ellos porque están en edad de aprender, además, nadie habla del golpe sicológico para ellos, muchos están desmotivados porque se hacen la misma pregunta que nosotros ¿y el otro año qué? Les da miedo llegar a aprender nueva materia encima del gran hueco educacional que les dejará la huelga”, indicó doña Rebeca Hernández, quien tiene un hijo en la escuela y otro en el colegio.

Fútbol gana por goleada

Este Team lo integran papás de la escuela de La Trinidad de Moravia, de la Porfirio Brenes de Guadalupe y la Central de Moravia.

Los papás se conocieron por un profesor en común que no se fue nunca a huelga y ha sido la gran salvada en medio de tanto tiempo libre: hablamos del profesor de la escuela de fútbol Sparta-Moravia F.C., Diego Córdoba Mata, quien tiene licencia C, D y E, como director técnico, avaladas por la Federación Costarricense de Fútbol.

“Nosotros los papás lo hemos intentado todo, como le decimos, Internet ha sido una gran herramienta, también poner a nuestros hijos a llenar los libros para que por lo menos repasen, pero uno no los puede tener todo el día estudiando, por eso el profesor Diego ha sido una gran salvada, él con el fútbol nos ha ayudado a mantenerlos ocupados, entrenando y motivados. No queremos ni pensar cómo habría sido esta huelga sin el profe y su fútbol para nuestros hijos”, comentó doña María Alpízar, quien tiene un hijo en sexto grado y unos gemelitos en tercero.

A una sola voz los tatas comentan: “Así está todo el país, luchando con sus hijos porque en medio de las aulas con candado, estén ellos estudiando y ocupados en algo, cómo duele una huelga en estos tiempos en que las drogas y las malas mañas no se van a huelga.

“Este 2018 ya se perdió, los chiquillos aprendieron muy poco, son los grandes perdedores de la huelga, nadie pensó en ellos y ahora muchos están muy nerviosos porque en el 2019 están seguros les irá mal, nadie los preparó como se debía. Al próximo curso lectivo llegarán alumnos con notas de 100 en Matemáticas, por ejemplo, pero que realmente no se ganaron esa calificación”, comentó doña Susana Méndez, quien tiene un hijo en la escuela y otro en el colegio.