Un guía turístico de apellido Pessoa cumple medidas cautelares por la muerte de dos estadounidenses mientras hacían rafting.
El suceso se dio el 20 de octubre en el río Naranjo, en Naranjito de Londres de Quepos.
La Fiscalía de Quepos y Parrita informó de que este jueves le tomaron la declaración a Pessoa y además, solicitaron ante el Juzgado Penal de la zona que se le pusiera impedimento de salida de Costa Rica y la obligación de firmar una vez al mes. El hombre tuvo que entregar su pasaporte.
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Pessoa, de 43 años, figura como sospechoso de dos delitos de homicidio culposo en perjuicio de los estadounidenses Andrés Denis y Jorge Caso.
El Ministerio Público explicó que de momento es el único investigado por los hechos y que hasta ahora no es posible atribuirle el deceso de Ernesto Sierra y Sergio Lorenzo, quienes también perdieron la vida.
Los cuatro formaban parte de un grupo de 14 amigos que llegaron a Costa Rica para celebrar la despedida de soltero de uno de ellos.
“Hasta este momento de la investigación no es posible atribuir a Pessoa los otros homicidios culposos, puesto que en la embarcación donde viajaban otros dos turistas también viajaba el guía del tour aparentemente responsable de los delitos culposos; sin embargo, esta persona falleció”, detalló la Fiscalía.
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El fallecido al que hace referencia el Ministerio Público es el costarricense Kevin Thompson Reid, de 45 años y quien trabajaba para la empresa Quepoa Expeditions y trabajaba como guía el día de los hechos pese a no estar registrado ante el Instituto Costarricense de Turismo (ICT).
Según el Reglamento para la Operación de Actividades de Turismo de Aventura, las compañías turísticas están obligadas a contar con guías acreditados para poder operar y, de incumplirlo, quedan sujetas al artículo 355 de la Ley General de Salud, lo que podría implicar el cierre del establecimiento y la cancelación de sus permisos.
El 20 de octubre, a las 11 a. m., un guía recogió a los turistas en una buseta, aparentemente contratada por una operadora de tours, y los llevó a Londres de Quepos.
A las 3 p. m. salieron de un embarcadero de balsas para practicar rafting y, según el Organismo de Investigación Judicial (OIJ), después de la segunda vuelta en el río Naranjo se volcaron las tres balsas. Al parecer, el río creció mucho y eso les afectó.
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Algunos sobrevivieron aferrándose a las embarcaciones y otros recibieron asistencia de un guía que los seguía en kayak.
Los cuerpos de los fallecidos fueron rescatados entre las 5 p. m. y las 8 p. m. de ese sábado y de acuerdo con las autoridades, en esa labor ayudaron cuerpos de rescate y operadores de rafting de la zona.