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Clásico del amor fue un derroche de risas y esperanza

Chiquitines de ALCCI se tiraron a la cancha en el Morera Soto

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Kendall Alcazar se comportó este jueves como todo un profesional en el Clásico del Amor que organizó la Asociación Lucha Contra el Cáncer Infantil en el estadio Morera Soto.

Este chico de 12 años, del Invu Las Cañas en Alajuela, es todo un luchador tanto fuera como dentro de la cancha y sobre todo muy solidario. El linfoma que padece desde hace unos meses no lo priva de ser feliz.

Cuando Kendall se puso la camiseta de la Liga para entrar al partido, en lo último que pensó es que es saprissista, en Alajuelense ocupaban de su ayuda y le puso al máximo, tanto así que anotó tres goles con los que los erizos triunfaron 7-5.

"A la Liga le faltaban jugadores y me dijeron que jugara con ellos, ya a la hora de jugar no lo pensé, aunque sea saprissista quería ayudar al equipo con el que jugué, la actividad estuvo muy bonita, yo había venido el año pasado", destacó Alcazar.

El chiquito muy vivaracho y espabilado fue de los que más corrió en la mejenga, ese espíritu que tiene, nos comentaron en la Asociación, es lo que lo hace más fuerte ante las circunstancias. Tiene un gran espíritu y una gran sonrisa.

A pesar de que la víctima fue el Monstruo, Kendall celebró los goles con todo el entusiasmo con sus compañeritos en una actividad que se llevó las palmas.

A los chicos los acompañaron además jugadores Alajuelense y Saprissa que este domingo chocarán en el clásico nacional, lo que los motiva más para el partido en el Estadio Nacional a las 11 a.m.

"Esto es algo muy gratificante, para mí ellos son un esfuerzo de lucha, de ver positivo las cosas, uno se siente muy feliz de estar acá, a esta clase de actos uno no puede decir que no", destacó el portero morado Aarón Cruz.

Amanda Suárez, de ocho años, vecina de Heredia, y Federico Cabezas, de 14 años, oriundo de Pococí también la pasaron de lo lindo.

"Yo le aconsejo a quienes enfrenten un cáncer que no se asusten, que disfruten la vida al máximo, que todo va a salir bien y que se diviertan todo lo posible", dijo Fede.

Otra que estaba muy contenta era Mariana Villalobos Rodríguez, de 10 años. A ella le extirparon un tumor de un pulmón y solamente le queda una sesión de quimioterapia para terminar el tratamiento.

"Yo jugué con Saprissa y me gustó muchísimo la actividad, muy divertida, pude tomarme fotos con jugadores y pasar un rato muy bonito", dijo esta moradita de San Miguel de Santo Domingo de Heredia.

En este clásico el resultado fue lo de menos, porque todos son ganadores y luchadores de la vida, con mucho esfuerzo disputan un partido aún más importante que cualquiera que se realice en una cancha de fútbol.

Sergio Alvarado

Sergio Alvarado

Periodista de La Teja, especializado en deportes. Graduado de la Universidad Internacional de las Américas.

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