Deportes

Jossimar Pemberton paga una promesa a punta de goles

En el lecho de muerte de su padre, el delantero brumoso le aseguró que volvería al fútbol y que le dedicaría todas sus anotaciones

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El día más triste en la vida de Jossimar Pemberton, delantero del Cartaginés, fue el 2 de febrero de este año.

Un mes antes había llevado a su papá al hospital por problemas digestivos y se enteró que don Eduardo Pemberton tenía cáncer en el estómago y el desenlace fue inevitable.

En el lecho de muerte de su papá, el jugador, quien en ese momento estaba sin equipo, le prometió que volvería al fútbol y que cada gol que anotara se lo dedicaría.

Para este torneo, el limonense logró vincularse al cuadro brumoso y ya suma siete anotaciones. En cada celebración, el joven de 25 años alza los brazos al cielo para recordar a su progenitor.

Aunque no tendrá participación este sábado contra San Carlos, ya que fue expulsado el domingo anterior ante Guadalupe, conversamos con el brumoso para conocer la clave de su buen campeonato con los de la Vieja Metrópoli, equipo que pelea por meterse en zona de clasificación.

– ¿Dónde ha estado la clave para el buen torneo que usted está jugando?

– Yo siempre he puesto a Dios de primero. Mi familia, que es lo más importante, es mi motivación, igual mi hijo. Pienso que nuevamente se me están dando las cosas por eso.

Yo salí de Limón para la Liga en un buen momento (en el 2016), pero no me dieron la oportunidad como uno desea, por tanto técnico que pasaba, y eso me afectó.

Luego la situación económica en Liberia, yo no podía pensar en fútbol nada más, tenía otros problemas personales y creo que ahora aquí en Cartaginés me estoy enfocando más en lo deportivo y en esforzarme más, gracias a Dios.

– ¿Cómo lo contacta el Cartaginés?

– Yo era agente libre (luego del descenso de Liberia), estuve trabajando en otra parte fuera de lo futbolístico. Fue por el profesor Luis Fernando Fallas que me contactan, él me dice que si me gustaría venir a Cartago.

No lo pensé dos veces, después de estar seis meses sin entrenar, siempre le pedía a Dios que me diera la oportunidad. Pasé momentos duros con la muerte de mi papá, le pedía a Dios que me diera la oportunidad de jugar al fútbol.

Mi papá muere el 2 de febrero de este año y un mes después, el 2 de marzo, nace mi hijo Josyemerick. Siempre he tomado eso como un regalo de Dios, Él sabe por qué hace las cosas, me quitó a mi padre y me dio a mi hijo para que siempre tuviera motivación y el dolor fuera menor.

– ¿En qué trabajaba cuando se retiró momentáneamente del fútbol?

– Por lo de mi papá y la situación económica en Liberia me fui a Limón. Ahí mi suegro tiene una venta de repuestos, de autos usados, me abrió las puertas para trabajar ahí.

– ¿Qué tal la vida en Cartago?

– Muy tranquila, aquí no vivo con mi pareja ni mi hijo, ellos están en Limón. Dios primero me los voy a traer para acá, me hacen mucha falta.

Ellos han estado conmigo en los momentos difíciles y en estos buenos también tienen que estar.

De los siete goles que ha anotado, ¿hay alguno que le guste más?

– Todos me han gustado, todos van dedicados a mi Dios, a mi papá que está junto a Él en el cielo, a mi mujer Nancy Sandoval y a mi madre Elsa Segura.

El último (del domingo pasado ante Guadalupe) fue bonito por el gran pase de (Manfred) Russell. La verdad me gustan todos.

– ¿Qué pasó en Cartaginés que levantó después de la salida del técnico Paulo César Wanchope al Herediano?

– Creo que no ha cambiado mucho la idea de juego que implementó Chope, seguimos tiendo la misma dinámica, el toque de balón.

El profe (Martín Arriola) ha venido implementando su idea y se suma a la que ya teníamos. Estamos pasando por un buen momento, seguimos la misma idea.

– ¿Se ha impuesto alguna cifra de goles para este torneo?

– La verdad no, pero sí quiero estar ahí peleando arriba el goleo, es algo que siempre he querido obtener. Voy a seguir trabajando fuerte, esforzándome al máximo.

– ¿Cómo fue toda la situación con la enfermedad de su papá?

– Yo recuerdo que lo llevé al hospital por un dolor de estómago, según nosotros era que no podía dar del cuerpo. Lo dejo en Limón, me voy a Liberia ese mismo día y me avisan que lo dejaron internado.

Rompe redes
7 goles ha anotado Jossimar Pemberton  vestido con la camiseta del Cartaginés

Pasó una semana internado, después otra y después mi hermano me buscó en Liberia, yo sin saber nada. Luego de un partido me dijo que le detectaron cáncer a mi papá, yo me puse a llorar, me quebranté.

Me sorprendió porque mi papá era una persona muy fuerte, ese mismo día decidí irme a Limón, entonces hablé con el profe Abelenda y me dio el permiso. Estuve con mi papá en Limón, después lo mandaron para la casa.

Volví a Liberia y quise pedir el finiquito del contrato, papi estaba mal y decido irme a Limón. Una semana después me llamaron que papi estaba desahuciado, había que despedirse de él y gracias a Dios pude decirle en vida lo que siempre quise, que lo quería mucho, que lo amé y le prometí que iba a volver a jugar fútbol y desde el cielo él me iba a ver, que los goles siempre iban a ser para él.

Él murió en el hospital.

– ¿Siente que esa promesa hecha a su papá le ha dado motivación para jugar bien y hacer goles?

– Me ha dado un plus, siempre hay que poner a Dios primero, la promesa que le hice, lo de mi hijo, el apoyo que siempre me ha dado mi familia, mi mujer, la familia de ella, mi madre y hermano... todo eso ayuda para recordar por quién estoy luchando.

– ¿Su papá era hermano del padre de Patrick Pemberton?

– Sí.

Karol Espinoza

Bachiller en periodismo y licenciada en Comunicación de Mercadeo. Periodista de Deportes con más de 14 años de experiencia. Integra La Teja desde setiembre del 2006.

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