Con una cena de gala que ofreció un viaje por algunas de las posibilidades del cacao, la embajadora de Francia en Costa Rica dio la bienvenida a un proyecto de cooperación entre dos gastronomías muy diferentes
Con una cena de gala que ofreció un viaje por algunas de las posibilidades del cacao, la embajadora de Francia en Costa Rica dio la bienvenida a un proyecto de cooperación entre dos gastronomías muy diferentes