El doctor Humberto Trejos, de 72 años y quien donó las 20 horas que duró la operación, nunca se imaginó que ocho años después de haberse pensionado llegaría a cumplir el sueño que tenía como profesional gracias a un pupilo suyo.
El doctor Humberto Trejos, de 72 años y quien donó las 20 horas que duró la operación, nunca se imaginó que ocho años después de haberse pensionado llegaría a cumplir el sueño que tenía como profesional gracias a un pupilo suyo.