Carlos Rivera le confiesa a La Teja porque su vida es tan parecida a la película Coco

El cantante mexicano Carlos Rivera, realizó una gira en Costa Rica para promocionar su nuevo disco “Guerra” y le contó a La Teja que cree en otras vidas y que en la grabación del disco hasta sintió los fantasmas de The Beatles.

El reconocido intérprete, quien ha consolidado su carrera a nivel internacional desde que hace un año se estrenó la película “Coco” de Disney, donde canta el tema principal “Recuérdame”, conversó a inicios de semana con La Teja.

–Hace poco más de un año que no venía a Costa Rica ¿Por qué costó tanto ese reencuentro con sus seguidores ticos?

–Un añito que se me hizo largo porque quería volver, costó regresar porque cerré la gira en diciembre pasado, me dediqué a preparar el disco y cuando volvía tenía que traerles algo bueno, sino no.

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–Aunque ya pasó un año de Coco, las personas siguen con la historia en el corazón. ¿Cómo cambió su vida a partir de Recuerdame y Coco?

–Coco fue como un regalo para mí. Llevaba muchos años deseando hacer algo con Disney en cuestión de cantar un tema con ellos porque ya había trabajado en El Rey León en México con ellos, y eso tuvo mucho que ver porque conocían mi historia.

Cuando vieron la historia de Coco y Miguel Rivera sintieron que había mucha identificación conmigo, yo también vengo de un pueblo que además se parece mucho a Santa Lucía que es el pueblo de Coco, también soy Rivera como ellos y también le tengo un enorme amor a mi abuela. Y luego, cuando ya se comparte la canción en el mundo entero se transformó en lo que significa hoy para las personas.

Hay una comunicación con muchas edades, Coco no es solo una película para niños, de hecho, Pixar hace películas para adultos que llevamos un niño dentro, entonces siempre he hablado que hago música de amor universal y ‘Recuerdame’, aunque yo no la escribí, justamente es una canción de amor universal que todo mundo entiende. Por eso, fue perfecta la canción, fue perfecta la historia que fue basada en tradiciones mexicanas que yo sí las hago.

–Faltan solo unos días para festejar el Día de Muertos, ¿cómo lo celebra?

–Hacemos la ofrenda para el Día de Muertos que se pone desde el 28 de octubre y se quita después del 2 de noviembre. Yo siempre lo he hecho, incluso, cuando viví en España lo hacía para mi abuela.

A nosotros siempre nos ha encantado esta tradición, es parte de la fiesta en mi casa. Además, porque tenemos una panadería donde se hace el típico pan de muertos y entonces salen cajas, cajas y cajas de pan que repartimos a nuestros amigos.

La abuela nos enseñó, nos acostumbró a seguir la tradición, a ponerle una veladora y lo que les gustaba a cada uno de los difuntos. Hoy tristemente para sus otros difuntos, pero muy alegremente para ella, todas las ofrendas son para ella (carcajadas). Hoy le ponemos todo lo que le gustaba a ella.

–Cuando habla de su abuela su rostro se ilumina.

–Yo creo en las otras vidas y quiero pensar que en otra vida algo fuerte tuvo que haber pasado con ella porque aparte no soy el único, todos en la familia la aman de la misma manera, a todos se les ilumina la cara cuando hablan de ella. Ella falleció hace ocho años, pero nos sigue generando esta alegría de hablar de ella, y creo que seguirá. De hecho en este disco “Guerra” hay una canción que se llama “La luna del cielo” que la grabé gracias a ver la película Coco porque yo tuve esa escena cuando el niño le canta a Coco, idéntica con mi abuela.

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–¿Fue difícil tomar la decisión de compartir la canción que había escrito para su abuela en este nuevo disco?

–Le escribí esta canción porque los seres humanos le tenemos mucho miedo a la muerte y en verdad yo no sé a qué le tenemos más miedo, si a morirnos nosotros o a que se nos muera la gente que queremos.

Sin embargo, hay personas, como los abuelos que por la edad o por enfermedades, y en este caso, como el de mi abuela que yo sabía que se iba a ir pronto y que yo no quería que se fuera sin que ella supiera lo que yo la quería y lo que la iba a extrañar.

Nosotros no lo decimos por miedo, porque no quieres pensar que se van a ir; sin embargo, cuando se van les dices que los vas a extrañar, pero ya no están, entonces era importante para mí poder decírselo y como yo todo lo que siento en profundidad lo hago canción, hice una canción que se llamaba “Cuando te vayas”.

Cuando ya partió le cambié el titulo a “Luna del cielo” porque para mí en eso se convirtió y creo que muchas personas consideramos a esas personas que ya no están como un ser de luz, que nos observa, que nos escuchan. Entonces decidí, después de tanto años, que ni me atrevía a cantarla, grabarla. No podía, me costaba trabajo, en el video de Abbey Road se me salen las lágrimas, en el estudio de grabación tuve que parar porque no podía. Sin embargo, sabía que era indispensable grabarlo ahora. Y si ven, lo que hice en el disco es que la canción once es “La luna del cielo” y la doce, que es el bonus track, es “Recuerdame”, así que están ligadas a propósito.

–Después de Coco y lo que siente por su abuela ¿cómo maneja el tema de la muerte?

–Cuando sabes que es un ciclo de la vida, que a todos nos va a tocar, que es la única cosa de la que nadie se salva y que es lo único seguro que tenemos, uno la ve de otra manera, pero cuando era niño le tenía pavor y luego lo fui superando.

Cuando hice la serie “El hotel de los secretos” me tocó meterme en un ataúd y no sabes lo que sentí cuando lo vi, yo dije: ‘¿Cómo me voy a meter ahí?¡No puedo!’ Y de repente como soy un poco alto tuvieron que romperlo y fue cuando dije es solo una caja de madera, no hay que pensar solo en el significado y entonces ya se me pasó.

Cuando ese día llegue deberíamos estar tranquilos y contentos porque cumplimos nuestro ciclo, nuestra misión y más en el caso cuando vez Coco y tienes ese deseo de reencontrarte con las personas que amas. Por eso, cuando pase, que espero que sea en muchos años más porque tengo mucho por hacer, (carcajas) seguramente voy a estar contento porque voy a poder ver a mi abuela y ya eso me hará muy feliz, y creo que si todos lo vemos de esa manera se vuelve bonito.

–Guerra es un disco lleno de sentimientos desde las letras de las canciones hasta grabarlo en el emblemático Abbey Road (estudio de grabación en Londres) ¿Cómo fue grabar en ese lugar tan histórico para la música?

–Fue mágico, todos estábamos como niños, tu veías la cara de Tommy Torres, Vanessa Martín, a todos nos brillaban los ojos, todos estábamos emocionados. Decíamos que hasta sentíamos los fantasmas de The Beatles ahí, sentías que por ahí andaba John Lennon y George Harrison.

Yo lo comparaba con una iglesia, cuando pierdes la fe vas a una iglesia a tratar de reencontrarla y este estudio es como un templo de la música. También con todo lo que ha pasado últimamente, con la música que ha perdido su esencia, nosotros fuimos al templo de la música a tratar de rescatarla y para volvernos a contagiar del origen, de lo sencillo, de lo básico que es hacer las cosas con amor, y salimos felices con lo que creamos en Guerra.