Taxista por Uber: “No estoy al borde de la banca rota, ya estoy en banca rota”

Mientras los taxistas rojos se quejan de que la gripe que tenían por el virus de Uber ya les pasó a calentura y está a punto de darles neumonía, la aplicación demuestra muy buena salud.

Uber está tan pochotón que desde hace pocas semanas se anuncia fuerte en los medios de comunicación del país.

Por su parte, la fuerza roja tica se ahoga cada día más en el mar de Uber, que en menos de 12 meses pasó de 14 mil conductores a un poco más de 20 mil, según los últimos datos oficiales.

Diego Pérez tiene 25 años de ser taxista rojo y para él Uber ha sido la raíz de todos su males. Desde que la aplicación ingresó al país comenzó su calvario de deudas y apretazones económicas que lo tiene en números rojos.

“No estoy al borde de la banca rota, ya estoy en banca rota”, nos asegura.

Como la esperanza es lo único que se pierde, este taxista se manifestará este martes con un grupo de compañeros que desfilarán hasta Casa Presidencial para pedir, una vez más, al Gobierno que desactive Uber.

Desgastados y cansados

“El gobierno de Luis Guillermo Solís no hizo absolutamente nada, eso cansa, desgasta, desilusiona y en ocasiones provoca desesperanza total. Me manifestaré porque tengo la fe de que seamos escuchados finalmente; sin embargo, hay momentos en que se siente la batalla perdida, como cuando se ve la publicidad de Uber en televisión.

"Seguiremos luchando, pero cada día los taxistas nos ahogamos más y más en deudas y procesos judiciales por que ser taxista ya no da para vivir dignamente: hoy en día el taxista no vive, sobrevive”, aseguró Pérez.

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Claro que recuerda con tremendo dolor aquellos días sin Uber (antes del 21 de agosto del 2015), porque el taxi rojo le dejaba para poder pagar sus deudas y vivir tranquilamente, sin excesos pero tranquilo.

“Quiero sentir que no estamos perdiendo la batalla, pero es muy difícil el panorama porque cada día hay más choferes de Uber en la calle y cada día hay más piratas. Legalmente no estamos perdiendo la guerra, pero en el día a día, en lo que nos queda en las bolsas del pantalón a diario, es otro el sentimiento”, dice Diego.

Pérez ha estado presente en todas las manifestaciones convocadas por los taxistas rojos desde que Uber entró al país, por eso en ocasiones siente que está sacando arena del desierto.

“Claro que agüeva manifestarse y manifestarse sin ningún avance, incluso, desespera que la lucha no llegue a ningún lado, es que no se avanza, se lucha y se lucha pero nada”, explicó.

La noche es de Uber

Otro de los factores que golpea a los taxistas rojos y que les hace sentir que los movimientos como los de este martes no logran efecto alguno, es el de que a partir del 2015 la realidad nocturna de la Fuerza Roja cambió radicalmente.

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“Tengo que afirmar con dolor que la noche es de Uber, ya no vale la pena que un taxista rojo pase toda la noche buscando clientes, la mayoría de las personas prefieren llamar un Uber y eso nos golpea fuerte. Antes el que trabajaba de noche, incluso, hasta hacía más dinero que el de día, ahora todo eso cambió, ya no vale la pena palmarla, no se hace ni la cuota”, reconoció Pérez.

Explica el taxista que antes del 2015, él prefería manejar por las noches porque no había presas y realmente casi no se detenía de tanto servicio que atendía; sin embargo ahora trabaja solo en el día, ya la cobija no le da.

“Estoy trabajando más de doce horas al día y ni así sale uno. Es cada día, cuando no se logra casi nada de dinero, que se siente la batalla perdida. Yo estoy ahogado en deudas, eso me hace sentir como que dentro de poco voy a perder la guerra y deberé dedicarme a otra cosa, ni me pregunte qué otra cosa porque tengo 25 años de ser taxista, lo que sea que haga será un empezar de cero”, reflexionó.

Marcha inicia a las 9 de la mañana

La Coalisión Nacional del Transporte Público (Conatrap) y la Unión de Taxistas Costarricenses (UTC), convocaron la marcha que este martes 3 de julio arrancará a las nueve de la mañana en la radial que une barrio La Cruz, Loma Linda y Paso Ancho.

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Solo tiene un objetivo esta marcha, que el Gobierno desaparezca por siempre y para siempre a Uber de Costa Rica, ya que ambos grupos aseguran que la plataforma digital les roba el 70% de los ingresos que hacían antes del 2015.

También pedirán que el Gobierno ayude con las deudas que tienen los taxistas rojos con la Caja, así como cambiar la fórmula del seguro que actualmente pagan, para dejar de ser pólizas individuales y que paguen una única póliza colectiva y que se controle y se le cobren los tributos de ley a los taxistas piratas.

No cierran la puerta del todo a que Uber logre quedarse legalmente en el país, pero para eso primero piden que se les indemnice, entonces, con plata en mano, “que hagan del transporte público modalidad taxi un palo de piso si quieren”, dijo Rubén Vargas, de la UTC.

El próximo 19 de julio habrá otra manifestación de taxistas, pero convocada por el Foro Nacional de Taxistas y la Federación Nacional de Cooperativas de Taxi, con el mismo objetivo, que desaparezca Uber.