El OIJ terminó el jueves con las fechorías de tres hombres que formaban una banda dedicada a asaltar furgones para robar mercadería.
Entre lo robado destaca un cargamento de cien "tronos" de cerámica, es decir, cien servicios sanitarios.
Los sospechosos son de apellidos Mata Gamboa (30 años), Barrientos Espinoza (20 años) y Fallas Ortega (35 años). Este último tiene antecedentes por robo agravado, amenazas e y violencia contra una mujer.
La detención de estos bichos se logró luego de que el OIJ recibiera información confidencial que alertaba sobre “movimientos” extraños en una casa de Desamparados, San José, y los investigadores fueron a echar un ojo.
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“Al iniciar la vigilancia de la casa establecimos una serie de movimientos con artículos comercializables que no corresponden a una vivienda, así que dimos seguimiento a un camión que salió de esa vivienda”, dijo Marco Carrión, jefe de la Sección de Asaltos del OIJ.
Los investigadores empezaron a seguir el camión y determinaron que se dirigía hacia Cartago y decidieron detenerlo antes de que llegara a su destino.
“Dos de los sujetos trasladaban una enorme cantidad de llantas nuevas que habían sido sustraídas en un asalto a un camión de transporte días atrás. Pero además de eso también llevaban catalizadores e inodoros que correspondían a otros asaltos”, mencionó Carrión.
Bien cargados
Luego de pegar a Barrientos y a Mata, quienes en iban en el camión, los agentes del OIJ se devolvieron a la casa en Desamparados, donde detuvieron a Fallas y descubrieron que allí estaba el montón de inodoros.
Carrión dijo que en este operativo lograron decomisar 200 catalizadores, 300 llantas nuevas, los 100 “tronos” y electrodomésticos. El monto de todo lo robado aún no ha sido establecido, pero se sabe que se trataría de una millonada.
“Todos los asaltos de este tipo son millonarios, no hemos encontrado uno que baje de los ¢10 millones”, añadió Carrión.
Violentos
El jefe judicial señaló que los sospechosos son vinculados con cuatro asaltos a transportistas en Cañas, Heredia, Puntarenas y San José. En esos hechos actuaron con mucha violencia e incluso usaron otro cabezal para robar la carga.
“La modalidad de estos asaltos es muy violenta, pues los conductores son interceptados en vía pública, amenazados con arma de fuego por dos o más sujetos que los amarraban y dejaban en la parte trasera de la cabina del camión”, contó.
El OIJ aseguró que los empresarios dedicados a ofrecer este tipo de servicios deberían apostarle a escoltas que acompañen a los conductores o algún GPS con el que puedan vigilar a los chunchones.