Sucesos

Papá enterró una parte de él con su hija

Desgarrador relato en juicio en el que también fue víctima la periodista Maricruz Leiva

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Don Roberto Guerrero ya no es ni la sombra del hombre que era hace más de 3 años, ya no le interesa trabajar como abogado y son muy pocas las cosas que le pintan una sonrisa en el rostro. Mucho de lo que él era quedó enterrado junto a su amada hija Verónica.

Verónica Guerrero falleció el viernes 3 de abril del 2015, a sus 17 años, cuando el carro en el que viajaba junto a la conocida comunicadora Maricruz Leiva, un hijo de ella y una amiga del muchacho, fue embestido por otro vehículo que invadió su carril en la carretera que comunica San José con Caldera (Ruta 27).

Este carro era conducido por un joven de apellidos Castro Zambrano, de 25 años, quien manejaba borracho, de acuerdo con la prueba de alcoholemia que le hicieron.

Este jueves, en el juicio que se realiza en los Tribunales de Pavas, don Roberto relató, entre lágrimas, como Castro le quitó a su amada hija “Beca”, quien era el orgullo de toda su familia.

Guerrero recordó que ese día su hija lo llamó para decirle que ya iban de regreso de Tamarindo, Guanacaste, para que él la recogiera en Piedades de Santa Ana. Veinte minutos después recibió otra llamada, esta vez era una tía de “Beca”, quien le dijo que había pasado un accidente muy grave.

“A como pude me fui de inmediato para emergencias, tratando de ir lo más rápido posible pero sin abusar, porque yo pensaba que ella me necesitaba. Cuando llegué pregunté que dónde estaban las del accidente y un médico me agarró de la mano y me dijo lo siento mucho.

“La vi tirada sola, sobre una cama, con los ojos abiertos. Todavía estaba tibia, yo me le tiré encima y la besé por todo lado y le decía: ‘Beca, Beca, despierte Beca’,pero ya no me oía, le cerré los ojos. Sentía tanto, tanto dolor que me salí del hospital a vomitar, nunca había sentido tanto dolor”, continuó.

Don Roberto dijo que el domingo 5 de abril del 2015 fue cuando su vida cambio para siempre, pues ese día enterraron a Verónica. Guerrero no solo enterró a su hija, sino que también dejó en ese lugar una gran parte de él que piensa que nunca volverá.

“El domingo nos fuimos a la iglesia y cuando venía el féretro yo lo cargué, porque yo siempre la cuidé , yo siempre anduve con ella y me dije que tenía que llevarla. Me fui detrás de ella hasta el cementerio y con ese dolor que sentía cuando la estaban enterrando fui y le dije al sepulturero: ‘déjeme, yo le ayudo’, yo le agarré los ladrillos y con cada paletazo que daba sentía un terrible dolor en el pecho. Luego me acerqué y le dije: bueno Bequita, nos vemos”, relató.

Para Guerrero el día siguiente fue uno de los más difíciles, pues se levantó temprano como siempre lo hacía para despertar a “Beca” y que esta se alistara para ir a sus clases de francés, pero ese día solo se encontró con un cuarto vacío y los útiles listos sobre una mesa.

Don Roberto ha trabajado como abogado desde 1974, por lo que él mismo pensó llevar parte del caso de su hija, pero dijo que la tristeza que sentía era tan grande que ni siquiera pudo leer el expediente completo.

La muerte de Verónica fue tan ruda que decidió ponerle fin a su carrera como abogado, pues ya no sentía pasión alguna por lo que hacía.

“Tanto fue así el dolor y el daño que me causó que me retiré, dejé la oficina, dejé todo, ya no podía trabajar, yo voy a una audiencia y podía pasar que me levantara y dejara al cliente botado de la tristeza de acordarme de todo lo que ha pasado, no estoy en capacidad”, contó.

En sus propias palabras lo único que hace ahora es “caminar y escribir”, pues dice que a veces solo sale de su casa en la Guácima y camina hasta Heredia para luego devolverse, mientras que por las noches escribe cuentos o anécdotas que vivió al lado de su hija, con la que tenía el proyecto de publicar cuentos escritos por ambos. Actualmente sus dos hijos mayores son quienes velan por él.

Guerrero sabe que nada le devolverá a su hija, pero al menos espera que se haga justicia en contra del hombre que asesinó a su hija, y a quien ha señalado como su enemigo.

Adrián Galeano Calvo

Adrián Galeano Calvo

Periodista de Sucesos y Judiciales en el periódico La Teja desde 2017. Cuenta con un bachillerato en Relaciones Públicas de la Universidad Latina y una licenciatura en Comunicación de Mercadeo de la UAM. En el 2022 recibió el premio a periodista del año del periódico La Teja.

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