Policías caminaron por horas para sacar a dos mujeres y tres niñas enfermas de punta Burica

Tres oficiales de la Policía de Fronteras tuvieron que caminar durante horas con tres niñas enfermas en sus brazos con el fin de que pudieran recibir ayuda médica.

La emergencia se dio la semana pasada en las montañas de punta Burica, cerca de la frontera con Panamá.

El Ministerio de Seguridad Pública informó que una vecina llegó el martes 30 de octubre hasta la delegación policial para informar que tres chuiquitas de una familia estaban muy enfermas, por lo que tres uniformados de apellidos Alemán, Solís y Abarca empezaron una caminata de casi cinco horas hasta llegar al caserío de La Palma de Burica, donde se localiza el rancho de la familia.

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Ellos llegaron al anochecer al humilde rancho en el que la joven Mariela Rodríguez, de 19 años, se encontraba postrada en cama y la mamá de esta, Mélida Santos, también estaba con serias complicaciones de salud.

Además, las dos hijas de Mariela, Daryelin Rodríguez de tres años y Yahaira Rodríguez de tres meses, y una hermana de ella, Yulineth Gallardo, también estaban malitas;ya que todas tenían padecimientos respiratorios severos.

La bebé de tres meses era la que más mal se encontraba, ya que le costaba mucho respirar. Los oficiales se llevaron a las mujeres adultas y a las niñas hasta un rancho en donde un helicóptero pudiera recogerlas al día siguiente. Después tuvieron que regresar en la oscuridad hasta la delegación, ya que el radio no servía y tenían que avisar cómo estaba la situación.

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Al amanecer los valientes oficiales volvieron, y como no se dieron las condiciones para realizar un vuelo ambulancia decidieron hacer el viaje a pie con todas las afectadas, cada uno de ellos con una niña en brazos.

En el camino se encontraron lodazales y terrenos empinados hasta llegar a una playa que desaparece en un punto donde no queda otra que escalar acantilados y atravesar por el mar.

A Burica llegaron cerca de las 10 de la mañana del miércoles. Ahí los esperaba el oficial López, quien se quedó a cargo del puesto y realizando coordinaciones para que la doctora Tatiana Morera Núñez, del Ebáis de Río Claro, llegara a darles la asistencia a las pacientes.

De repente el puesto policial se transformó en una enfermería donde las dos mujeres y las tres niñas fueron examinadas y tratadas por la doctora.

Al ver que solo la bebita continuaba con graves problemas respiratorios, pues presentaba un cuadro de aparente bronconeumonía, Morera optó por ordenar que fuera llevada de emergencia al hospital de Ciudad Neily.