Los Guerreros del Sur siguen haciéndole honor a su apodo, al estar en zona de clasificación sin haber jugado uno solo de los 19 partidos del torneo en su cancha.

Pérez Zeledón es cuartos en la clasificación a punta de garra, luego de tener que usar como estadio local el Alejandro Morera Soto, el Eladio Rosabal Cordero y el “Cuty” Monge de Desamparados, por los trabajos de cambio de gramilla en su sede, en San Isidro de El General.

Lo anterior implica no solo dejar la cancha que conocen a la perfección, sino hacer un traslado, de al menos tres horas y media o cuatro en bus desde el Valle de El General hasta San José y desembolsar ¢16,5 millones en transporte, dormida, hospedaje y comida que se habrían ahorrado jugando en casa.

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“En alojamiento, transporte y alimentación cada partido que jugamos de 'local’ en San José implica un gasto de millón y medio de colones, más los ¢500 mil del alquiler del estadio (para un total de ¢2 millones por choque)”, contó Juan Luis Artavia, presidente del equipo.

La única forma de poder ahorrarse ese medio millón de colones es usando la cancha del Alejandro Morera Soto , club con el que tienen un convenio para no pagar nada por un acuerdo con la directiva al haberle cedido al defensa Porfirio López al inicio de este campeonato.

Sin embargo, solo lo pudieron hacer efectivo ante San Carlos el 5 de agosto, y al medirse a Limón F.C. el pasado 7 de octubre.

La tercera ocasión en la que le dieron uso fue el domingo 28 de octubre, cuando derrotaron 2-1 al Santos de Guápiles.

“Lo que pasa es que a veces choca el horario de los partidos nuestros con los de la Liga o ellos tienen que cuidar la cancha, entonces tampoco la podemos usar nosotros”, señaló Artavia.

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Don Juan Luis dice que el costo no es mayor a los dos millones porque tienen un convenio de patrocinio con un hotel que les rebaja la mitad.

¿Y qué pasa cuando juegan de visita? Ahí el monto ronda el millón y medio de colones, tal y como lo tenían presupuestado, debido a los gastos de transporte, alimentación y hospedaje.

Este torneo han jugado 10 partidos de visita, lo que equivale a ¢15 millones en total.

Esto quiere decir que en total este torneo Pérez Zeledón ha gastado ¢31,5 millones en viajes al Valle Central.

A traerse las vallas

Los sureños siempre viajan un día antes a San José para jugar como “locales” y el día del juego se regresan después del mismo, es decir, llegan de madrugada a la casa cuando son a las 8 p.m.

Unido a eso, a los generaleños les corresponde traerse a la capital las vallas publicitarias del estadio y para eso han contado con la ayuda del personal administrativo, que son cuatro o cinco personas, a las cuales les corresponde hasta vender las entradas.

También han tenido como apoyo la buena voluntad de algún dirigente que presta un camión para traer las vallas al Valle Central.

Otro aspecto que ha variado en el equipo ha sido el monto recibido por las taquillas , el cual que ha bajado considerablemente por no poder jugar en Pérez Zeledón.

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“En un torneo normal pueden entrar unos 40 o 50 millones de colones en taquillas y ahora, si acaso, ha sido un veinticinco por ciento de eso”, indicó Artavia, es decir, unos ¢10 millones o ¢12,5 millones.

Para compensar esa plata que no ha entrado, Artavia explicó que llegaron patrocinadores para hacerle frente a esos gastos, así como comerciantes de la zona que también han hecho su aporte.

Aún así, el dirigente asegura que todos estos contratiempos quedan compensados con el rendimiento del equipo en la cancha.

“Compensa, sí, claro. Gracias a Dios el equipo está bien en la tabla y ha hecho esfuerzos necesarios para estar ahí, sino fuera de esa forma, sí habría sido un fracaso total en lo económico, deportivo y la administración”, comentó.

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Unafut no les ayudó

Una de las opciones de los generaleños era usar el estadio de Osa, en Ciudad Cortés; sin embargo, Artavia explicó que la Unafut no les quiso ayudar en el tema y más bien les dijo que si lo hacían, le correspondía a los sureños costear el cien por ciento del hospedaje, alimentación y traslado de cada rival, algo a lo que no podían hacerle frente.

"Esa era la idea, nosotros le invertimos un poquito al estadio para jugar allá, pero al sacar el permiso con Competición y Unafut era imposible.

“La Unafut no nos ayudó, nos dijo que si lo hacíamos así, teníamos que pagarle al equipo contrario todo y entonces si nosotros queríamos ahorrarnos dinero (jugando en Osa y no en San José), iba a ser peor”, explicó el también abogado, quien dijo que la nueva gramilla del estadio sureño estará lista para el torneo que arrancará en enero.

Artavia señaló que le explicaron a la Unafut lo que pasaba y les respondieron que era así y punto, algo que a él le molestó porque, a su entender, hay cosas peores a esas que suceden con otros equipos y la Unafut no dice nada.

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Los guerreros ya saben donde jugarán si pasan a semifinales, pero harán el anuncio hasta que eso sea una realidad.

Mientras tanto, esperan seguir luchando y demostrar que no hay pretextos ni obstáculos que los detengan cuando las cosas se hacen con esfuerzo y muchas ganas.