En su escape, los maleantazos se pusieron tan nerviosos que tiraron las armas, las municiones y las drogas que tenían en su poder, para finalmente escapar por unos matorrales.
En su escape, los maleantazos se pusieron tan nerviosos que tiraron las armas, las municiones y las drogas que tenían en su poder, para finalmente escapar por unos matorrales.