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La primer pifia de la Comisión de Nombramientos, de la Asamblea Legislativa, en la reelección del magistrado Paul Rueda a la Sala IV, es quererlo muertear porque algunos diputados no están de acuerdo en algunos fallos emitidos por el jurista. Y la segunda gran pifia es intentar hacer una votación secreta, cuando son los llamados a promover la transparencia ante un pueblo cansado de tanta inmundicia.