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Lucía Pineda: “Estoy cien por ciento pura vida"

Periodista tica-nica aseguró que si tuviera a Daniel Ortega al frente sabría muy bien todo lo que le diría

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La periodista tica-nica Lucía Pineda ha sido noticia en todo el mundo, tras ser liberada este martes por el Gobierno del dictador Daniel Ortega gracias a una ley de amnistía.

A Pineda la metieron al tabo el 21 de diciembre anterior, por delitos como incitación al odio y terrorismo, tan solo por cumplir con su función de periodista al denunciar los actos violentos que realizó Ortega durante las manifestaciones que iniciaron el 18 de abril del 2018, en ese país.

Pineda conversó con La Teja por medio de una llamada por WhatsApp, donde contó todo lo que vivió en la cárcel de mujeres La Esperanza, lo que sintió cuando fue liberada y cómo fue el recuentro con su familia.

–¿Cómo ha estado su día después de ser liberada?

Ha sido de mucha felicidad por reencontrarme con la familia, con los amigos. He dado muchas entrevistas y he recibido a muchas personas que me han buscado.

–¿Después de tanto tiempo sin hablar con tanta gente, cómo se ha sentido?

Tenía como seis meses de no hablar porque pasaba aislada, solo hablaba con mi familia que me visitaba cada quince días, por eso hoy (este martes) he hablado todo lo que no había podido durante ese tiempo.

–¿Cuándo le dieron la noticia de su liberación?

Ayer (lunes) me dijeron que alistara mis pertenencias, lo que pensé es que me iban a llevar a la celda de las reas políticas. Como a las siete de la noche le pregunté al oficial si sabía a dónde me iban a llevar y me dijo que parecía que nos iban a liberar.

–¿Qué sintió cuando le dijo eso?

Me dormí, pero no lo creía. A la una de la madrugada llegaron las oficiales y me dijeron que me levantara. Yo pregunté qué estaba pasando y salí de la celda muy desconfiada. Luego me dijeron: “salí porque vos sos la que está atrasando”. En ese momento me di cuenta que era libre.

Piden recuperar el canal
Miguel Mora, dueño y director del medio 100% Noticias, pidió al gobierno de Nicaragua que le devolvieran hasta el último lapicero que se llevaron de las instalaciones en Managua. La idea de Mora es retomar las funciones periodísticas que le interrumpieron el 21 de diciembre anterior.

–¿Lloró cuando se dio cuenta que al fin era libre?

Fíjate que no, estaba muy feliz y les dije a los oficiales que esta libertad es para la gloria de Dios.XXX

–¿Su familia cómo se enteró de su liberación?

Nos trasladaron en una microbús que salió del sistema penal de mujeres con rumbo al de hombres. En ese segundo punto firmamos una carta y ahí vi a Miguel Mora (su jefe), por lo que lloré y lo abracé porque no lo había visto en seis meses. Nos fueron a dejar a su casa y ahí llamé a mi mamá, que se emocionó mucho y se vino a casa de Miguel.

–¿Cómo fue ese reencuentro con su familia?

Muy emotivo, lloramos y le dimos gracias a Dios.

– ¡Qué sintió durante su encierro?

No tenía noción de lo que pasaba afuera. Yo fui la presa más aislada e incomunicada de todas y todavía no sé por qué.

–¿La trataron mal?

Desde el punto de vista sicológico sí, porque me afectó mucho que me tuvieran aislada y que no te permitan comunicarse con otras presas.

–¿La golpearon?

Para nada, ni recibí malos tratos. Lo que sí resentía mucho era lo del aislamiento y que me filmaban constantemente, eso se lo dije a la directora del penal y nunca me dio respuesta, pero últimamente bajaron la intensidad.

–¿Sus tiempos de comida se respetaban?

Sí, claro y comía lo que me mandaba mi familia.

–¿Esa comida era fea?

No era tan mala, ya que tenía buen sabor y nos daban bastante arroz y frijoles. Sí bajé de peso por la simple razón de que por estar ahí encerrada no me dio mucho apetito y creo que por eso me enfermé, porque tuve una infección urinaria por estar defecando en mis manos.

–¿En algún momento pensó que no iba a salir de la cárcel?

No, yo sabía que iba a salir, incluso en la última visita que me hizo mi madre, le dije que iba a salir antes del 18 de junio.

–¿Cómo se sintieron su mamá y los familiares que la visitaron en la cárcel?

Mi mamá lloró bastante, pero no frente a mí porque no quería que yo la viera (se le quiebra la voz y toma aire), la que lloraba a veces era yo, pero de la emoción cuando me contaba sobre todas las luchas que el pueblo estaba haciendo en las calles.

–¿Quién fue su apoyo en la cárcel?

Mi apoyo fue la palabra de Dios, me trajeron libros y también hacía mis estudios bíblicos y los escribía en papel higiénico. Yo sentí muchas veces la presencia de Dios conmigo y eso me mantuvo firme, fuerte y paciente.

–Se habló mucho que usted estaba en condiciones precarias, ¿eso es cierto?

Estaba en una celda normal, era como de tres metros de largo por tres de ancho, tenía luz eléctrica y un baño, lo que sí me hacía falta era el contacto con otras personas.

–Prácticamente en esa celda no podía hacer nada...

En ese espacio adoraba y alababa al Señor y aunque era muy pequeño ahí trotaba media hora porque me gusta hacer cardio.

–¿Qué conclusión saca después de seis meses de encierro?

Que el pueblo de Nicaragua se ha mantenido fiel a sus ideales, eso es bueno porque lo que se quiere es un cambio.

–Cambiando de tema, ¿seguirá denunciando lo malo que hace Daniel Ortega?

Lo que hemos demandado es que nos deje hacer nuestro trabajo en paz, tanto derecho tienen los medios de comunicación estatales como nosotros de informar, si eso no ocurre seguiremos bajo una dictadura, aunque esa palabra no le gusta al presidente Ortega.

–¿No tiene temor de volver a ser encarcelada?

Es que no podemos seguir así, porque es repetir patrones desde hace muchos años con otros dictadores.

–¿No tiene miedo de ser atacada por grupos afines a Ortega?

Vamos a tomar medidas de seguridad, eso lo voy a hablar en familia para tomar la decisión correcta.

–Viendo ese panorama ¿tiene valorado venir a Costa Rica?

Claro que voy a ir a Costa Rica, pero de visita. Tengo mucho que agradecerle al Gobierno y al pueblo costarricense, ya hablé con el presidente Carlos Alvarado, pero voy a seguir trabajando aquí.

–¿Qué habló con Carlos Alvarado?

Estaba contento de saludarme, le agradecí por todos los esfuerzos que hizo Costa Rica por elevar su voz para lograr esta libertad y quedamos en que nos vamos a abrazar cuando llegue allá.

–¿Si tuviera a Daniel Ortega al frente qué le diría?

Que lo perdono, porque no tengo resentimientos. Le diría que Nicaragua necesita un cambio y que Dios le pague conforme a sus hechos.

–¿Qué mensaje les da a los costarricenses que estuvieron pendientes de usted?

Al pueblo de Costa Rica tengo mucho que agradecerle, al igual que ustedes los periodistas. Lo que le digo al pueblo es que amo a Costa Rica y que estoy 100% pura vida.

Bryan Castillo

Periodista

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