Annett Alcócer Peña, de 35 años, salió de su casa en Alajuelita, San José, con la ilusión de regalarle un queque de cumpleaños a su hijo menor. Para lograrlo, primero trabajaría cuidando a unos niños, esforzándose por hacer posible esa celebración tan esperada.
Casi nueve años han pasado desde ese día y Annett nunca regresó a su casa para celebrar la fiesta de cumpleaños de su hijo, esto debido a que ella fue víctima de un horroroso crimen, el cual, prácticamente, fue olvidado por la justicia de nuestro país.
Annett, quien era madre de cinco hijos, fue encontrada sin vida el viernes 18 de noviembre del 2016; específicamente, a la orilla de una solitaria calle camino a El Llano de Alajuelita, 500 metros al oeste del bar y restaurante Ranchitico.
En aquel momento, el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) señaló que Alcócer habría sido víctima de un homicidio, pues al revisar su cuerpo encontraron marcas en su cuello que hacían presumir que había sido asfixiada.
Al día de hoy, la familia de Annett carga con el dolor de su ausencia y la indignación que sienten por el hecho de que las autoridades nunca lograron detener a los responsables de arrebatarle la vida, aunque ellos mismos les señalaron quiénes podrían estar detrás de ese atroz crimen.
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“Sentimos mucha indignación, porque no fue ni un año de investigación, fue algo tremendo, el OIJ nos visitó dos o tres veces, y cuando nos dimos cuenta nunca volvimos a saber nada de ellos.
“Fue algo horrible, demasiado duro, que uno ahora puede recordarlo y hablar de eso, porque ya han pasado los años, pero sigue doliendo como el mismo día que pasó”, contó a La Teja Will Alcócer, hermano de Annett.
Según Will, lo más duro fue ver como sus cinco sobrinos perdieron a su mamá de una forma atroz, situación que tuvieron que afrontar a una corta edad, pues el mayor apenas tenía 17 años.
Salió a trabajar
La tragedia que cambió para siempre la vida de esta familia vecina de La Verbena de Alajuelita, se empezó a gestar el 17 de noviembre del 2016, cuando Annett salió de su casa para ir a cuidar a los niños de otra familia que vivía cerca. No era la primera vez que ella se encargaba de cuidarlos.
Will recordó que su hermana tenía planeado usar ese dinero que le iban a pagar para celebrar el cumpleaños de su hijo menor, quien el 19 de noviembre de ese año iba a estar de manteles largos.
“Uno de los chiquillos de ella estaba por cumplir 12 años. Ella era una mujer soltera y había una muchacha que le había ofrecido cuidar a unos niños por un pago de ¢20 mil, creo. Entonces, ella se fue a cuidarlos y les dijo a sus hijos que iba a cuidar a esos niños, y luego regresaba para comprar el queque de cumpleaños", contó Alcócer.
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Las horas fueron pasando mientras que los hijos de Annett esperaban con ansias e ilusión su regreso a casa; sin embargo, el día llegó a su fin y ella nunca más cruzó la puerta de su casa.
“Ella no había venido, ya tenía varias horas de que no aparecía, entonces por eso vino la preocupación, ya tenía varias horas de que no se sabía nada de ella”.
“No regreso con el queque y al otro día fue que la encontraron sin vida”
— Will Alcocer, hermano de Annett.
Noticias los llenaron de angustia
Ante la enorme angustia de no saber qué había pasado con Annett, su hermano y el resto de su familia salieron a buscarla por los alrededores, pero no encontraron ni una pista de su paradero.
El corazón se les hizo un puño poco después, ya que por medio de las noticias se enteraron del hallazgo de un cuerpo, por lo que los peores pensamientos empezaron a llegar a sus mentes.
“Nos enteramos, por medio de las noticias, que habían encontrado un cuerpo en el Llano de Alajuelita; parece que un bus iba bajando y vieron a una persona tirada a la orilla de la calle. Nosotros no sabíamos que se trataba de ella, pero como mi papá trabajó en la Fuerza Pública por 40 años, al ver la noticia, más o menos, tuvo un presentimiento extraño, entonces empezó a llamar a sus contactos”, recordó Will.
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Los contactos del papá de Annett le enviaron unas fotografías de los tatuajes encontrados en el cuerpo, entre estos un nombre escrito en una pierna, y de esa forma descubrieron que, en efecto, se trataba de ella.
“Eso fue algo tremendo para toda la familia, el día que se le dio la noticia a mi mamá fue devastador para ella”, agregó Alcócer.
Extraña situación
Entre las hipótesis que manejaban las autoridades estaba una que señalaba que, posiblemente, Annett había sido asesinada en otro sitio y, posteriormente, su cuerpo fue abandonado en el lugar donde se produjo el hallazgo.
La muerte de Alcócer estaba rodeada de misterio y muchas preguntas, pero su hermano pensaba que varias de las respuestas las podrían obtener en la familia que la había contratado para cuidar a los niños.
“El fin de semana siguiente de la muerte de mi hermana, yo fui a la casa de ellos (las personas a las que Annett les cuidaba los hijos), y ya la casa estaba desocupada, se habían ido por completo, lo que me pareció demasiado extraño y obvio.
“Ellos (OIJ) me preguntaron qué sabía yo y los llevé hasta esa casa; ellos mismos vieron que ya estaba deshabitada. Indagaron en las redes sociales; incluso, yo busqué a esas personas, pero cerraron todas sus redes sociales y nunca las volvieron a ver”.
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Hermano tiene su hipótesis
Hasta el día de hoy, el crimen por la muerte de Annett no ha sido resuelto, ni siquiera se sabe qué circunstancias habrían mediado en ese cruel caso.
Sin embargo, Will contó a este medio que él tiene su propia hipótesis sobre lo que habría causado la muerte de su amada hermana. Incluso, tiene grandes sospechas acerca de la mujer que había contratado a Annett.
“Ella fue asfixiada y pienso que ahí mediaron los celos. Esa siempre fue mi hipótesis, porque la muchacha (que la contrataba) se iba y dejaba a mi hermana cuidando a los hijos, pero con el marido de ella ahí. Entonces yo pienso que ahí pudo haber mediado algo así, por parte de esa mujer.
“Yo pienso que a mi hermana la engañaron, porque fue esa misma mujer la que la llamó el día antes para que le cuidara a los hijos, además de que se dice que esa muchacha no era cosa buena, pues se decía que, supuestamente, era parte de una organización”.
Según contó Will, las autoridades nunca vincularon a estas personas con el crimen de su hermana; sin embargo, menos de un mes después del homicidio de Anette él se enteró por medio de las noticias de que, al parecer, esas personas habían sido detenidas por un supuesto homicidio.
“Luego de eso no volví a saber nada de ellos, entonces supongo que deben estar en la cárcel o muertos”.
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Una buena madre y hermana
Lo que más le duele a la familia de Annett es que ella no se merecía una muerte tan cruel como esa, pues siempre se caracterizó por ser una mujer buena y de gran corazón, que más bien les huía a los problemas.
“Aquí a todos los muertos los quieren vincular con ajustes de cuentas, pero en el caso de mi hermana no fue así. Mis sobrinos y yo damos fe de eso, ella más bien siempre fue una madre entregada y luchadora”.
Will dijo que él siente que la o las personas que le quitaron la vida a su hermana se aprovecharon del buen corazón que ella tenía.
“La recuerdo como una mujer alegre, luchadora, fuerte, valiente y aguerrida, nada la arrugaba, ella fue una buena hermana y una excelente madre, siempre la luchó por sus hijos”.
— Will Alcocer, hermano de Annett.
“Mi hermana nunca estuvo vinculada con nada malo, más bien ella era muy inocente. Nosotros somos de campo, del lado de Puntarenas, y mi hermana siempre fue una persona muy especial. Yo pienso que esas personas se aprovecharon de su inocencia, porque ella nunca tuvo esa malicia”, indicó.
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Pese a que Annett murió injustamente hace tantos años, su recuerdo y legado siguen muy vivos en sus seres queridos, sobre todo, en sus hijos.
“Los hijos de ella ya están grandes, gracias a Dios, y se hicieron personas de bien, que es muy importante, y que es algo que mi hermana habría querido para ellos”.
Aunque la justicia terrenal le quedó debiendo a la familia de Annett, ellos confían en que de la justicia divina nadie se escapa, por lo que los responsables de este cruel crimen tendrán que responder por sus actos en algún momento.