Fabiana Cubilla, esposa de uno de los sobrinos de Oldemar, contó que al momento del ataque en la propiedad estaban también la esposa y el hijo de William; ellos por dicha resultaron ilesos.“Como eso fue ya tarde, ella y el hijo estaban durmiendo y cuando escucharon los ruidos y se dieron cuenta de que algo malo pasaba se escondieron en el cuarto para que no les hicieran nada”, relató.
Es preferible que los interesados sean vecinos de estas provincias, los puestos que requieren son: soldadores, pintores, operarios para instalaciones de techos, cerámica y electricidad, entre otros.
Las víctimas viajaban sobre unos sacos de abono sin ningún tipo de seguridad.